El desorden de todo tipo causa caos en todos los hogares, pero, específicamente el desorden emocional, puede ser muy nocivo para las personas, ya que no estamos hablando de un cajón lleno de cosas que podemos cerrar y dejar para después.

El desorden emocional tiene que ver con cómo nos sentimos con nuestra vida y las situaciones y experiencias que la conforman, es decir, que no basta con cerrar la puerta e ignorarlo. 

A diferencia de un armario desordenado, una persona emocionalmente desordenada puede tener dificultad para manejar y regular adecuadamente sus emociones. Esto puede manifestarse de muchas maneras, como cambios frecuentes de estado de ánimo, dificultad para controlar la ira o la tristeza, o incluso sentimientos de vacío o aislamiento. 

También puede afectar la capacidad de una persona para llevar a cabo actividades diarias y tener relaciones saludables con los demás.

¿Qué genera el desorden emocional?

El desorden emocional lo puede desencadenar una mala experiencia, como una ruptura, un fallecimiento, una decepción, hasta un mal día en el trabajo. Algunas otras causas pueden ser: 

  • Una experiencia traumática, como el abuso o el maltrato, pueden afectar gravemente la forma en que una persona maneja sus emociones.
  • Problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad pueden afectar la forma en que una persona maneja sus emociones.
  • Un estilo de vida en el que reina el estrés, la falta de sueño y el consumo excesivo de alcohol o drogas.
  • Cambios significativos en nuestra vida

Y también puede ser la combinación de muchas de estas experiencias o problemas que se acumulan cuando no hemos aprendido estrategias adecuadas para hacerles frente. 

Vamos acumulando este tipo de experiencias nocivas en este sentido, hasta que se convierten en una carga difícil de soltar. Buena parte de nuestro equipaje emocional llega de esas realidades que no solucionamos y que dejamos en piloto automático.

¿Cómo se manifiesta el desorden emocional?

Es importante tener en cuenta que no hay una única causa del desorden emocional y que cada persona es única, por lo que las formas de manifestarlo también pueden ser muchas y muy diversas, algunas de estas pueden ser: 

  • Cambios frecuentes de estado de ánimo
  • Dificultad para controlar los sentimientos
  • Sentimientos de vacío o aislamiento
  • Ansiedad, miedo o inseguridad
  • Problemas para concentrarse o tomar decisiones
  • Problemas para relacionarse con los demás
  • Problemas para llevar a cabo actividades diarias
  • Desorden en otras áreas de la vida como el físico o mental

Mantener en orden nuestro estado emocional es esencial para llevar una vida tranquila y equilibrada, ya que el desorden emocional puede convertirse en una bola de nieve que desencadena otros desordenes que igualmente ponen en riesgo nuestro bienestar.

¿Cómo poner orden al caos emocional?

Tomar conciencia de ese estrés silencioso que, como un ruido persistente, está y pone en riesgo tu bienestar, es algo primordial. Muchas veces nos cuesta trabajo darnos cuenta de que algo va mal, sobre todo cuando hemos cargado con ese desorden mucho tiempo.

Así como suele suceder con el desorden en casa solemos postergarlo hasta que simplemente lo ignoramos. Pero aun cuando eso sucede, tarde o temprano, el armario de nuestro corazón puede estallarnos en la cara con malas consecuencias.

Es normal sentirse abrumado y desorganizado emocionalmente en ciertos momentos de nuestras vidas. Sin embargo, debes saber que hay maneras de solucionarlo. Una vez que nos hemos hecho conscientes nuestro desorden, hay algunas estrategias que podemos seguir para ayudarnos a gestionar el desorden emocional:

  • Identifica tus emociones: A menudo, es difícil manejar nuestras emociones si no entendemos lo que estamos sintiendo. Trata de poner palabras a lo que sientes. ¿Estás enfadad@? ¿Triste? ¿Ansios@? ¿Frustrad@? Una vez que sepas cómo te sientes, será más fácil encontrar maneras de gestionar esas emociones.
  • Considera la actividad física: El ejercicio puede ayudar a liberar el estrés y la tensión emocional. Trata de hacer un poco de ejercicio cada día, ya sea caminando, corriendo o yendo al gimnasio.
  • Practica “la respiración profunda”: La respiración profunda es una técnica simple pero efectiva para calmar la mente y el cuerpo. Trata de tomarte algunos minutos para sentarte en un lugar tranquilo y respirar profundamente. Inhala lentamente a través de la nariz, luego exhala lentamente por la boca. Repite este proceso varias veces.
  • Haz una lista de tareas: A veces, el desorden emocional puede ser el resultado de tener demasiadas cosas en la cabeza. Trata de hacer una lista de tareas para ayudarte a sentirte más organizado y en control.
  • Depura y aprende a soltar: Al igual que en casa, las cosas que acumulamos generan desorden, piensa en todo aquello que estás acumulando: culpa, resentimiento, coraje, enfado, envidia… Es momento de dejar eso que te perturba para hacer espacio y permitir que los sentimientos de paz, calma, alegría, y las ganas de vivir entren de nuevo.
  • Busca apoyo: No tienes que enfrentar el desorden emocional sol@. Busca apoyo en amigos y familiares, o considera hablar con un especialista o consejero. A veces, hablar de tus sentimientos con alguien de confianza puede ayudarte a sentirte mejor.

Recuerda, el desorden es algo que se pueden ordenar, por lo que aquello que sientes en tu corazón tiene remedio, cuando logramos identificar el tipo de carga que llevamos con nosotros seremos capaces de abordarla y aligerar pesos.