Como lo hemos hablado en anteriores ocasiones, una de las mejores maneras de mantener el orden en casa y en todos nuestros espacios, es teniendo menos cosas. Liberar espacio en casa para mantener el orden no quiere decir que esté vacía y tampoco es que vayamos a optar por una vida totalmente minimalista; me refiero a tener únicamente las cosas que usamos y que sí necesitamos.
Habitar una casa libre del exceso de objetos, favorece al bienestar de quienes las habitan, por eso es muy importante saber cómo hacer espacio en casa, pues los espacios saturados tienden al ruido visual y al desorden, llegando incluso a poder ser causantes de muchas sensaciones negativas que se reflejan también en nuestro estado emocional y mental.
Habitar un espacio abierto tiene múltiples beneficios físicos, pero también que benefician a nuestro orden mental y emocional y al de toda la familia, pues ayudan a proporcionar una atmósfera tranquila.
Las habitaciones libres de objetos inservibles o que no cumplen una función específica en nuestras vidas, transmiten serenidad, paz y equilibrio, pues al haber menos cosas facilitamos el flujo de movimientos, el paso de la luz, del aire limpio y por lo tanto, se convierte en un lugar más armonioso y confortable en el que nos da gusto estar.
¿Cómo empezar a liberar espacio en casa para mantener el orden?
Liberar espacio no quiere decir que vamos a empezar a tirar a la basura todo lo que encontremos a nuestro paso. Hacer espacio para mantener el orden en casa es una labor más estratégica, con esto me refiero a que debemos aprender a tomar decisiones más responsables, acordes a nuestro estilo de vida.
Por ejemplo, quizá eres una persona que no pasa mucho tiempo en la cocina por motivos laborales, entonces, lo ideal sería realizar un inventario de las cosas que sí utilizas, eliminando por completo las que nunca tocas, como sartenes viejas, tuppers o piezas de vajillas que guardas por si acaso las necesitas.
Hacer espacio debe responder a conservar los objetos que necesitas para tu cotidiano, y dejar ir aquello que sobra.
Cómo empezamos, ¡aquí algunas pistas!
- Despídete de lo que no sirve, no te gusta o no usas. Deshazte de todo lo que no cumpla un propósito en tu casa y de todo lo que no echarás de menos. Si tienes muchos adornos o recuerdos, elige los que van mejor con tu casa y la decoración, pero no te quedes con todos solo porque te da pena tirarlos.
- Evita acumular. No importa el tamaño de tu casa, el exceso de objetos inútiles o que guardas por nostalgia o por si acaso, hacen que cualquier espacio, aunque sea enorme, se vea saturado, pequeño y hasta sucio.
- No trates de encontrar un espacio para las cosas, si no tienen un sitio es mejor eliminarlas. No te engañes, recolocar no es hacer espacio en casa. Al pasar objetos de un lado a otro solo estás llevando la acumulación y el ruido visual hacia otro lado, pero no dejará de estar saturado y seguirá viéndose y sintiéndose de la misma manera.
- Deshazte de muebles que no uses o que no cumplan un propósito y que además acumulen objetos. Cuantos más muebles tienes, más cosas guardas y más cosas colocas encima, por ejemplo, si tienes muchos muebles con cajones, es más probable que los cajones estén llenos de cosas que no usas. Al haber hecho una selección de las cosas con las que vas a quedarte, muchos muebles se quedarán vacíos, por lo que, si no tienen una función, puedes decirles adiós también.
- Despeja las superficies. Pasa lo mismo que con los muebles; tendemos a llenar los espacios con cosas que no tienen una función y cuantas más cosas tienes encima de los muebles, más saturas el espacio, físico y visual. Libera las mesas, las encimeras de la cocina, del baño, el tocador en las habitaciones. Utiliza cajones para guardar todo lo que queda a la vista, pero hazlo de manera ordenada.
- Si tienes poco espacio, echa mano de los muebles inteligentes, cajas u organizadores. Los muebles inteligentes, de los que ahora hay infinidad de diseños y hechos con distintos materiales, son muy útiles para provechar cada rincón de la casa y crear espacio donde hace falta. Por ejemplo, las camas canapé, que sirven para guardar ropa de cama, toallas, etc.; las mesas plegables, que se usan únicamente cuando hace falta o los muebles modulares que se adaptan a la ocasión. Asimismo, puedes utilizar cajas u organizadores para guardar zapatos, ropa, guardar las facturas y el correo, colocar las llaves; y son muy útiles para guardar cosas en lugares que tienen puertas. Las hay de distintos tamaños y materiales también. Solo recuerda no usar más cajas de las necesarias y medir el espacio antes de comprar si no las tienes.
- Aprovecha las paredes y las partes altas de los armarios. En lugar de llenar las paredes de cuadros, deja algunas libres para colocar estanterías, o los altos de los armarios para colocar organizadores con las cosas que usas con poca frecuencia o por temporada.
- Guarda todo en su sitio después de utilizarlo. Para mantener el orden y el espacio que hemos generado es importante que todo lo que saquemos o movamos, vuelva a su sitio original. Así evitarás que los objetos empiecen a acumularse de nuevo con el tiempo.
¡Menos cosas, más orden!
Al momento de hacer espacio en casa, la regla básica de menos es más, puede ayudar, ya que cuantas más cosas hay, más fácil llamar al desorden y más tiempo tardarás en ordenar y limpiar. Y, por el contrario, cuantas menos cosas tienes, más sencillo ordenar y limpiar y las tareas de orden te llevarán menos tiempo.
Contar con espacio libre de objetos es contar con espacios libres de desorden, con lo que, además, en consecuencia tu casa será más amplia, clara, armoniosa.