Cuando te sientes estresadx, cansadx, triste e incluso deprimidx, tu cuerpo te da señales de que algo va mal, esto tiene sentido si pensamos en el cuerpo como un todo que está conectado y en nuestro cerebro como un receptor de información que recibe de parte de todo nuestro organismo.

Si nuestro cuerpo se siente emocionalmente afectado, enviará señales al cerebro de que algo no está bien y se empezarán a generar pensamientos negativos que provocan cambios importantes en las funciones fisiológicas y orgánicas de nuestro cuerpo.

Es verdad que muchas veces puede tratarse de un malestar meramente físico, como cuando comes algo que te hace daño, pero no debemos pasar por alto que muchas otras veces, un desorden emocional puede reflejarse en nuestra salud física y afectarla considerablemente sin darnos cuenta.

Son señales físicas que indican que algo va mal con tus emociones, y debemos tomarlas como alertas para hacer una pausa, analizar que nos está pasando y a partir de eso, tomar acción para mejorar. 

Emociones que pueden convertirse en enfermedades

Las emociones nos ayudan a adaptarnos a distintas situaciones de nuestro entorno, pero cuando no logramos controlar de manera adecuada esas emociones, comenzamos a sobreexponer a nuestro cuerpo a circunstancias a la que no está acostumbrado. 

Además, muchas veces este desorden emocional nos lleva a un descuido total de nuestros hábitos saludables: empezamos a comer mal, a dormir mal, a estar más irritables; es normal que se genere una apatía generalizada que vuelve vulnerable a nuestro cuerpo, haciéndolo susceptible a las enfermedades.

Por tanto, dolores musculares, dificultad para respirar, dolor de cabeza, aturdimiento, desmayos y otros síntomas pueden ser señales de que hace falta aumentar el estado de ánimo y ponerle más atención a nuestras emociones, pues cuando la frecuencia e intensidad de estas respuestas emocionales se acrecienta empieza a afectar la calidad de vida.

Los trastornos de ansiedad o ataques de pánico, son una de las principales psicopatologías generadas por los desórdenes emocionales. Sin embargo, también se presentan trastornos muchos más comunes como dolor de cabeza, afecciones estomacales, gastritis y malestares musculares.

Pon atención en estas señales si sientes que algo no va bien

  • Dolores de cabeza: La cabeza se parece mucho al motor de un coche: tiene su propio conjunto de “engranajes” y “embragues” que ayudan al cuerpo a cambiar de marcha cuando lo necesita. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo no puede seguir el ritmo de las exigencias que le imponemos, por lo que empieza a atascarse y aparecen los dolores de cabeza.
  • Dolores de espalda: El dolor de espalda es otra señal de que tu cuerpo está sobrecargado, y suele ocurrir cuando tienes mucho estrés en el trabajo o en casa. Puedes notarlo sobre todo si pasas muchas horas sentado frente al ordenador todo el día.
  • Dolores de estómago: Cuando tu mente está acelerada y preocupada por todo lo que ocurre en tu vida, puede pasar factura a tu sistema digestivo también. Tu estómago se altera tratando de seguir el ritmo. Y como el estrés a menudo hace que comamos comida basura sin pensarlo primero (y sin darnos cuenta del daño que estamos haciendo), estas dos cosas se combinan en una tormenta perfecta de problemas digestivos.
  • Taquicardias y dolores en el pecho: Si tu cuerpo está acelerado tu corazón lo resiente. Las preocupaciones, el estrés y una vida agitada generan alteraciones el ritmo cardiaco, pues tu corazón está tratando de asimilar todo lo que está pasando y tratando de llevar más oxígeno a todas partes.
  • Gripes o resfriados recurrentes: Éste es quizá uno de los ejemplos más claros. Cuando estamos afectados emocionalmente, nuestro sistema inmunológico se debilita, haciéndolo más vulnerable y disminuyendo su capacidad de atacar resfriados y otras infecciones.

Cómo canalizar las emociones para no enfermarnos

Escucha a tu cuerpo. Lo principal es siempre ponerle atención a todo lo que te dice tu cuerpo, aprende a escucharlo y a darle el cuidado que necesita integrando hábitos saludables en tu vida: comer bien, dormir bien, realizar actividad física, beber agua… todo esto le ayuda a todo nuestro organismo a mantenerse en bien y en equilibrio.

Practica el autocontrol. Si sabemos que algunos malestares pueden estar generados por nuestras emociones, lo ideal es entender que cosas o motivos generan este estado alterado y desorden, ya sea para evitarlas o para adoptarlas y canalizarlas de distintas maneras. 

  • Practica la meditación
  • Habla con tus familiares o amigos
  • Escucha música
  • Escribe en tu diario
  • Practica el desapego y la tolerancia
  • Practica yoga

Convive con la naturaleza. Ya antes hemos visto como la naturaleza tiene poderes curativos en todos los niveles. Una sencilla caminata en el parque, escuchar el mar si lo tienes cerca, sentarte en la hierba o pararte sobre ella con los pies descalzos… Todo esto a yuda a nuestro cuerpo a aumentar sus niveles de calma y relajación.

Evita situaciones desencadenante. Una vez que tomes consciencia de aquello que provoca tu desorden emocional, es mejor si puedes evitarlo. 

Pide ayuda

A veces nos es imposible detectar qué genera ese desorden emocional porque lo subestimamos o simplemente aprendemos a vivir con él y creemos que es la única forma en la que trascurre nuestra existencia.

Déjame decirte que no es así. Tener dolor físico o emocional no es algo con lo que tengas que vivir y hay manera de evitar que el malestar emocional siga siendo una limitante en tu vida.

En Orden Studio te ayudamos a hacer un examen consciente de tu desorden emocional, detectando aquello que no deja que tu organismo se sienta fuerte y liberado para llevar a cabo todo aquello que deseas.

Detectar el origen del desorden emocional nos ayudará a crear estrategias que te permitan gestionar tus emociones de manera adecuada y a retomar el control de tu vida.