Todxs queremos hogares que nos hagan sentir sanos y llenos de vida. Pero ¿qué significa realmente tener una casa ordenada y saludable, y cómo se puede crear una?

Un hogar saludable es algo más que una casa: es un entorno que favorece tu salud física y emocional, y te da las herramientas que necesitas para llevar una vida mejor. Mantener la casa limpia y organizada es sólo el principio.

Un hogar saludable es aquel que te permite relajarte y desconectar, sin estar agobiadx por las cosas que te estresan. Esto, a su vez, tiene una gran repercusión en la salud física, mental y emocional de las familias.

La Guía de la Organización Mundial de la Salud sobre Vivienda y Salud señala a la vivienda saludable como un elemento fundamental en prevención de enfermedades, especialmente, en un contexto como el actual, en donde estamos expuestos al caos de la ciudad y de un mundo cuya población crece constantemente.

Así, una de nuestras prioridades debe ser, no sólo tener una casa organizada y ordenada, sino saludable. Esto conlleva tener en cuenta desde cómo están colocados los muebles y la limpieza de las habitaciones, hasta el estado físico de la casa: la estructura, si hay humedades, cableado, etc. Incluyendo, además el estado de las personas que habitan en ella.

Para una casa saludable debes considerar todos los elementos. No te asustes, no se trata de hacer toda una reforma, sino de identificar esos pequeños focos nocivos que fácilmente se pueden solucionar.

Haz tu lista de tareas y ¡vamos a sanar tu casa!

Salud física de tu casa

Mantén el orden y la limpieza. Esto puede parecer obvio, pero el orden y la limpieza de la casa facilita prosperar en todas las demás áreas de tu vida. Un espacio limpio y ordenado levanta el ánimo, facilita la concentración en las tareas y puede incluso ayudar a reducir los niveles de estrés.

Haz revisiones continuas para verificar que el cableado y tuberías de la casa estén en buen estado, lo mismo con la calefacción, los puntos de humedades; todas esas cosas que si las dejamos pasar pueden convertirse en un problema.

Repara lo que está estropeado. Para reparaciones menores, como arreglar goteras o parchear agujeros en el tejado o las paredes, comprueba si hay alguna organización en tu zona que ayude a la gente con pequeñas reparaciones de forma gratuita o a bajo coste. Una rápida búsqueda en Google debería hacer aparecer algo así en la mayoría de las zonas.

Utiliza alfombras en lugar de moquetas. Las moquetas pueden parecer acogedoras, pero las fibras absorben todo tipo de suciedad y polvo que pueden convertirse en un peligro para la salud con el paso del tiempo. Mejor si tus alfombras son de fibras naturales como el coco.

Salud sostenible de tu casa

Pásate a productos de limpieza naturales. El agua y el jabón son muy útiles para desinfectar, y puedes utilizar aceites esenciales para añadir una capa extra de limpieza y aroma. El bicarbonato y el vinagre de limpieza son otros dos grandes aliados con bastantes posibilidades.

Incorpora algunas plantas. No sólo dan vida a tu espacio y ayudan a mejorar la calidad del aire, sino que son fáciles de cuidar.

¡Que haya luz! Utiliza cortinas transparentes y pinturas de colores claros para que entre la mayor cantidad de luz natural posible. Si no te da mucho la luz del sol en casa, puedes utilizar bombillas de espectro completo en las lámparas y las luces del techo para ayudar a iluminar el espacio.

Controla la calidad del aire interior. La calidad del aire interior suele ser peor que la del aire exterior, debido a cosas como los ácaros del polvo, la caspa de las mascotas o el moho. Airea tanto como sea posible, quita el polvo y pase la aspiradora con regularidad, utiliza limpiadores naturales cuando sea posible y usa purificadores y ambientadores naturales.

Salud emocional de tu casa

Orden con tiempos en pantalla. Esto es difícil, pero no imposible. Establece tiempos de conexión para la familia, limita el uso de dispositivos en las horas en familia: desayuno, comida y cena, evita mirar el móvil y pantallas antes de ir a dormir. Todo esto se puede cambiar por actividades de convivencia en donde involucres a los niños.

Evita las discusiones. No permitas que los problemas se acumulen, es importante resolverlos inmediatamente. Aclarar lo sucedido, buscar alternativas, no hieras al otrx mientras discutes, decidid qué hacer y ejecutad lo acordado.

Planificar actividades en familia. Si lo hacemos regularmente la relación se fortalecerá y tendremos más cercanía. 

Tened proyectos juntos. Esto nos invita a dialogar, ponernos de acuerdo, estar emocionados y trabajar en equipo.

Hogar dulce hogar

Recuerda que nuestro hogar es nuestro refugio, es donde pasamos más tiempo y debe ser, igualmente, un refugio para toda la familia y más allá de que esté perfectamente pintada y decorada, debe ser un lugar en donde todos se sientan cómodos para enfrentar cualquier situación.

Una casa ordenada y saludable ayuda a que todxs quienes habitan en ella se sientan felices y tranquilos y con la capacidad y las herramientas de hacer frente a todo el caos del exterior.