Ahora que nuestros niños y niñas están en constante contacto e interacción con el mundo digital, es cuando más debemos involucrarnos en la tarea de establecer un orden y límites en el uso de la tecnología y enseñarles a usar las redes sociales y el intento con responsabilidad y criterio.

El mundo digital no es tan distinto como el mundo real y también existen reglas que deben respetarse.

Si bien sabemos que el mundo digital guarda infinidad de opciones, tecnologías y recursos para que nuestros hijos aprendan, no debemos dejar de lado los riegos a los que se pueden enfrentar, sobre todo, para poder prevenirlos y ayudarles a tomar decisiones y actuar de manera certera ante cualquier situación.

Establecer un orden digital y límites en el uso de la tecnología y las pantallas, contribuye a su vez, en su orden mental y emocional.

Acceso a internet sin seguridad

Actualmente, los adolescentes cuentan con acceso a internet casi ilimitado. De acuerdo con estadísticas de UNICEF, los menores entre 9 y 16 años utiliza internet todos los días y pasan una media de 71 minutos conectados, y alrededor del 40% de los menores de entre 11 y 16 años desconoce cómo hacer un uso seguro de Internet.

Esto se convierte en un riesgo, pues al no conocer las reglas de seguridad básicas, nuestros hijxs podrían estar accediendo a contenido inapropiado para su edad o realizando actividades que pueden poner en riesgo su identidad e integridad moral y física.

Entre los principales usos que los niños y adolescentes españoles hacen de internet se pueden mencionar los siguientes:

  • Tareas escolares (83%)
  • Jugar a videojuegos (80%)
  • Recibir contenidos de terceros (78%)
  • Comunicarse (mensajería instantánea – 68%)
  • Colgar imágenes (44%)
  • Usar a webcam (24%)
  • Compartir archivos (23%)
  • Mundos virtuales (14%)
  • Escribir un blog (6%). 

Los servicios de internet que los adolescentes utilizan varias veces al día son:

  • Las redes sociales (45,9%)
  • Messenger (41,5%)
  • Visitar páginas web (31,8%)
  • Usar el correo electrónico (22,7%)

Siendo tantos los usos y las infinitas posibilidades de acceso, es cada vez más necesario que los padres y madres estemos atentos a sus actividades.

La supervisión es clave

En contraste con las cifras que indican que los niñxs y adolescentes pasan cada vez más tiempo online, están las cifras que demuestra que la supervisión de los padres y madres es muy baja.

La misma UNICEF nos cuenta que hay una escasa supervisión parental: sólo el 29,1% de los

adolescentes dice que sus padres les ponen algún tipo de normas o límites sobre el uso de Internet y/o las pantallas; sólo el 23,9% limitan las horas de uso y el 13,2% los contenidos a los que pueden acceder.

Los riesgos de no poner orden en los límites

Desde compartir información privada sin conocimiento, hasta subir imágenes y compartirlas con desconocidos, estos son alguno de los riesgos a los que se enfrentan mientras tus hijxs están navegando por internet:

  • Cyberbulling: cuando un niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado o avergonzado a través de chats, redes sociales, foros, etc.
  • Grooming: Este fenómeno se refiere al cortejo que hacen los depredadores sexuales a través de internet, para preparar un encuentro físico de tipo sexual.
  • Sexting: Es el envío de mensajes, fotos o videos de contenido personal, de carácter sexual, a través de chats o redes sociales.
  • Contacto con extraños: Aunque esto puede suceder dentro y fuera de la red, en el ámbito digital suele ser frecuente pues cualquiera puede crear un perfil y hacerse pasar por otras personas para establecer contacto.
  • Publicar datos personales: Esta es una actividad sumamente importante que hemos empezado a normalizar incluso como adultos, sin embargo, debemos hacer ver a nuestros hijos la importancia de proteger sus datos personales, para evitar riesgos futuros.
  • Contenido inadecuado en Internet: Nueve de cada diez niños se han visto expuestos a contenido inapropiado en línea antes de cumplir la mayoría de edad, a esto se han sumado los retos virales o el contenido violento.

Además de los riesgos de navegar, existen los riesgos de caer en el desorden familiar, pues una mala gestión de la tecnología puede llevar a discusiones en casa afectando los hábitos y conductas del entorno familiar (el uso durante las comidas, en los momentos de descanso y de ocio familiar).

¿Cómo prevenirlo?

Es importante recordar que para que los niños puedan navegar de forma segura, los padres son quienes tienen que estar pendientes de su estado de conexión y facilitarles las reglas y herramientas para evitar riesgos.

  • Comunicación es la base. Si ayudas a tus hijos/estudiantes a comprender los riesgos, será más fácil que ellos mismos aprenda a establecer límites.
  • Supervisa las actividades, no se trata de ser un policía pero sí de estar al tanto de las actividades que realiza en línea para poder estar alertas ante cualquier situación.
  • Establece periodos de conexión en casa, en el colegio, en el celular, en el móvil…
  • Aplica filtros parentales en dispositivos móviles y fijos
  • Limitar el uso de los dispositivos en lugares comunes
  • Revisa los historiales de navegación y bloquea los sitios de contenido inapropiado o peligroso.
  • En la medida de lo posible, evita que tus hijos pongan contraseñas que desconozcas en sus dispositivos
  • Háblales sobre la importancia de navegar de forma segura y de no compartir sus datos, así como de mantener sus documentos (fotografías, videos, etc.) en privado.

El uso de la tecnología puede ofrecernos muchas ventajas si aprendemos a controlarla y darle el valor que realmente merece. Recuerda que la mejor manera de hacerlo es encontrar un equilibrio entre el uso excesivo de la tecnología y una vida saludable.