Muchas veces te he hablado sobre la falsa idea que se tiene de que hay personas que nacen ordenadas o desordenadas. Ser ordenado es una conducta aprendida, por lo mismo es algo que también se puede enseñar, a otros y a nosotrxs mismos, y podemos hacerlo de manera muy sencilla, simplemente integrando hábitos diarios para mantener la casa ordenada.
Ser ordenado o desordenado está relacionado con ciertos modelos de conducta y sus consecuencias; si notamos que los resultados de las cosas que hacemos rutinariamente son benéficos o adecuados para nuestro estilo de vida, como lo es ahorrar tiempo por las mañanas si tenemos nuestra ropa ordenada, lo continuaremos haciendo, primero de manera consciente y después de manera casi automática.
Habrá quienes encuentren ciertos beneficios en el desorden, pues ser desordenado puede tener algunos resultados positivos a corto plazo, como, por ejemplo, si no ordeno mi lugar de trabajo tengo más tiempo para trabajar, a futuro las consecuencias serán peores, pues nos encontraremos rodeados de caos, nos será más difícil encontrar las cosas, habrá problemas de concentración y ordenar la habitación un mes después, será más agotador y estresante que si hacemos pequeñas tareas todos los días para mantener el orden.
¿Por qué es importante mantener la casa ordenada?
Tus espacios son un reflejo de tu mente y tus emociones, así cuando pones orden en cualquier lugar alrededor permites que fluyan la armonía y la paz, y esto no solo se refleja en tu casa. sino también en tu vida.
Puedes manifestar tus deseos cuando ordenas, por ejemplo, cuando limpias tu armario puedes visualizar también la limpieza de tu mente y dejar de lado el desorden en tu vida.
Toma conciencia de todo aquello que acumulas y detente a examinarlo. ¿Has utilizado ese objeto o cosa en los últimos 6 meses o año?, ¿representa la persona que eres o lo que realmente quieres ser? Simplemente deja que se vaya y crea espacio tanto físico como mental para lo nuevo.
Al ser ordenados somos capaces de ver con mayor claridad lo que queremos ser y cómo queremos que sea nuestra vida.
Hábitos diarios para mantener la casa ordenada
Estos son algunas recomendaciones que tengo para mantener la casa ordenada y limpia.
Poner en marcha todos estos hábitos de golpe puede resultar contraproducente y desmotivador, pero si los vas integrando a tu ritmo dentro de tu rutina, verás que cada vez te será más sencillo adoptar hábitos positivos de orden.
- Levantarse temprano. Te ayudará a tener mejor control sobre tu tiempo y todas las tareas que tienes en el día, incluso reservar tiempo para actividades más relajadas y entretenidas. Además, puedes organizar mejor las actividades con la familia, como llevar a los niños al cole sin andar corriendo, revisar que no se dejen nada en casa y todo con calma y tranquilidad para evitar que algo salga mal.
- Establecer y respetar horarios. Llevar una agenda o planificar la semana siempre es útil para ubicarnos en el espacio y en el tiempo, priorizar actividades y ayudar a otros a realizarlas. Destinar horas para trabajar, para ordenar la casa, para estar en familia y para descansar, y respetar ese tiempo, te ayudará a ser más consciente del tiempo que tienes y cómo lo aprovechas mejor.
- Hacer la cama. Lo repito y lo repito, pero esta tarea es el inicio de un día productivo y ordenado. Te dará una sensación de bienestar y te sentirás motivadx para hacer los que tengas que hacer el resto del día.
- Tener un lugar para cada cosa y aplicarlo. Si algo se termina de usar debe regresar a su sitio, de lo contrario empiezas a generar un patrón de desorden del que luego es más difícil deshacerse. Esto ayudará a que, además, el resto de miembros en la familia también haga su parte.
- Recoger y guardar las cosas antes de salir y al llegar a casa. Así evitas acumular zapatos en el suelo, abrigos en las sillas, bolsos en la entrada y cuando toque ordenar a fondo tendrás menos cosas que recoger, además de menor cantidad de ruido visual.
- Llevar una vida sostenible y responsable. El orden no solo se trata de arreglar o limpiar la casa, sino de ser ordenados con todo lo que nos rodea. Llevar una vida sostenible va de la mano con consumir responsablemente y reducir: reducir objetos, deshechos, comida que luego se desperdicia, basura que luego no se recicla, envases que contaminan, etc. Consumir de manera responsable nos ayudará también a mantener el orden en la casa ayudamos a dar un respiro a nuestro medio ambiente.
- Dar las gracias. El agradecimiento contribuye al bienestar emocional y nos permite disfrutar de nuestros logros y sentirnos más satisfechos. Nunca está de más mirar alrededor y darnos cuenta de todo lo bueno que tenemos y lo mucho que hemos logrado para sentirnos agradecidos con el universo. Cuando te haces consciente de lo que tienes, verás que no necesitarás nada más.
Como puedes ver estos hábitos para mantener la casa ordenada son muy sencillos, no requieren que invirtamos grandes cantidades de tiempo.
Repetirlos regularmente nos hará entrar en un círculo virtuoso que nos motivará a ir integrando más y tener la casa que queremos.