Debido a la situación en la que nos encontramos se ha vuelto muy necesario revisar y estar al tanto de las novedades sobre el coronavirus COVID-19 y los efectos que ha provocado en los últimos meses alrededor del mundo. Sin embargo, el exceso de información, el consumo de noticias, y sobre todo de noticias falsas, puede llegar a afectar notablemente nuestro orden emocional y mental.

Y es que, con la pandemia como foco principal de preocupación en todos los países, lo único que escuchamos en la radio, vemos en la televisión o compartimos en las redes sociales son noticias del virus y sus efectos; pero hay que estar muy alertas, ya que, en situaciones como ésta, tan normal es estar al tanto como que circulen noticias falsas.

Todo este exceso de información nos confunde, pues hay incluso publicaciones que promueven remedios para curar la enfermedad que no están avalados por ninguna entidad.

Con tal saturación de noticias es imposible darnos cuenta de lo que es cierto o no y de las verdaderas recomendaciones que debemos seguir o los cuidados que debemos tener.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, no solo nos enfrentamos a los problemas ocasionados por una enfermedad que se contagia rápidamente, sino que, además, estamos luchando con una “infodemia” ocasionada por los medios de comunicación y las redes sociales.

¿Cómo nos afecta el exceso de información?

En principio, si nos pasamos mucho tiempo viendo noticias o leyendo todo lo que nuestros conocidos comparten en redes sociales entramos en un estado de ansiedad y descontrol por no saber lo que verdaderamente está pasando, causando un evidente desorden emocional y mental.

No sabemos a quién o qué creer y eso es muy grave porque la desinformación puede ocasionar, además de desestabilidad y desorden emocional, problemas de salud físicos, como cuando decían por ahí que beber cloro curaba el virus.

En entrevista para el Huffinton Post, las psicólogas y profesoras Arantxa Duque Moreno y Paula Martínez López, de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), comentan que “la exposición continuada a noticias negativas supone un riesgo para la salud emocional”, ya que tienen un efecto inmediato y negativo que anula la capacidad de análisis y dificulta la interpretación y reflexión de lo leído o escuchado.

Esto quiere decir que, las noticias, en lugar de cumplir con su cometido de informar, nos perturban y limitan nuestra capacidad analítica.

Señales de desorden mental y emocional ocasionado por el exceso de información

  • Distracción y falta de atención, pues no podemos pensar en otra cosa que no sea el virus y sus riesgos.
  • Desestabilidad en la calidad del sueño.
  • Malestar y estrés al estar viendo constantemente noticias fatales sobre contagios y fallecimientos.
  • Sensación de temor. No sabemos cuándo nos va a afectar o nos vamos a contagiar nosotros o alguien cercano, provocando pensamientos negativos.
  • Este temor a ser contagiados, se convierte en un miedo a la muerte.
  • Somatización. Constantemente creemos que tenemos todos los síntomas que escuchamos o leemos en los medios.
  • Incertidumbre. No sabemos qué va a pasar mañana, si amaneceremos con una nueva noticia de confinamiento o qué país tiene ya una vacuna.
  • Preocupación generalizada, nos preocupa todo: nosotros, nuestros hijos, nuestra familia, nuestro trabajo…
  • Aislamiento, evitamos llevar a cabo nuestras actividades diarias (ajustadas obviamente a la nueva normalidad) y preferimos no hacer nada.

Todos estos efectos pueden ser todavía peores en aquellas personas que padecen trastornos de ansiedad, de obsesión compulsiva, hipocondría o algún trastorno mental, imposibilitándolos todavía más para llevar una vida normal.

¿Cómo afectan las noticias falsas?

Ante esta situación es importante que aprendamos a distinguir la verdad de la mentira para evitar caer en la desinformación de los síntomas, de las medidas de prevención y propagar el pánico.

El problema con creer o ser parte del exceso de información y las noticias falsas sobre cualquier tema es que evitamos que la información real y oficial se comunique de manera correcta, creando confusión y muchas veces cayendo en errores graves, por ejemplo, malinterpretando síntomas, buscando remedios que no funcionan y difundiendo maneras de prevención que lo único que hacen es elevar el nivel de pánico y el riesgo de contraer la enfermedad.

La OMS ha puesto a disposición de los usuarios una larga lista de fake news sobre el Coronavirus y la respuesta oficial para acabar con los rumores, pues asegura que las noticias falsas pueden llegar a ser más nocivas que el mismo virus.

De igual modo, la Asociación Americana para el Avance la Ciencia, a través de su revista Science, afirma que las noticias falsas se propagan más rápido que la verdad.

¿Cómo evitar el desorden mental y emocional provocado por el exceso de información y las noticias falsas?

  • Limita el tiempo que estás expuesto a las noticias. Mantente informad@, pero solo lo necesario. Mira las actualizaciones solo por la mañana o echa un vistazo a las tendencias una vez al día, pero no lo hagas todo el tiempo, probablemente solo se repitan los datos que la ya viste anteriormente.
  • Coloca alertas para recibir solo las actualizaciones en tu móvil, de este modo no estarás expuesto tanto tiempo, pero si surge algo importante, estarás al tanto.
  • Evita las conversaciones en exceso sobre el virus y lo que tú y cada uno de tus colegas vio en la televisión o las redes sociales. Cada quien tiene su propia versión y la cambiará de acuerdo a lo que entiende.
  • No te creas todo lo que te dicen, ves, lees o escuchas. Ahora más que nunca, básate en tu propio criterio y sentido común y si tienes dudas, investiga.
  • Busca y guíate solo por las fuentes oficiales, como organizaciones registradas o plataformas informativas reconocidas. Los estudios de organizaciones o instituciones públicas o privadas suelen contar con cifras y datos duros reales basados en investigaciones, así como las Universidades de renombre internacional, quienes realizan sus propias pruebas y encuestas.
  • Si lees los periódicos, en formato impreso o digital, asegúrate de buscar la noticia en distintos sitios o periódicos, ya que, aunque estos diarios suelen tener la información de primera mano, algunos podrían no investigar y únicamente copiar y pegar lo que se publicó en otro lado.
  • Si alguna noticia te suena extraña, averigua más acerca de ella y evita compartirla o comentarla antes de saber si proviene de una fuente confiable.

Estar informados en estos momentos es clave, pero no debemos exagerar. Cuando nuestra salud está en juego es mejor ser parte de la solución y no del problema.

Recuerda que la sobresaturación informativa también se contagia y en estos momentos es más útil mantenernos serenos y tranquilos para poder tomar mejores decisiones.