Habitualmente entendemos el desorden como todas esas cosas que en nuestra casa no están en su lugar y que simplemente necesitan ser colocadas adecuadamente de alguna manera; pero el desorden emocional es esto y mucho más.

Sobre el desorden emocional y cómo nos afecta trataremos en este post.

Trabajamos con gente que se embarca en una tarea de trabajo interior motivada por un deseo de crecimiento, identificando y dejando atrás el desorden como motor de transformación; les ayudamos a recuperar espacio para lo que de verdad importa.

 ¿Qué es desorden?

Todo aquello que genera energía negativa en nuestras vidas, todo aquello que no fluye con naturalidad. Quizás en ocasiones no lo veamos o no lo sintamos así y es porque el desorden mismo nos hace insensibles a ello.

El desorden nos revela en un nivel profundo quienes somos y algo más abajo otras estancias secretas de nuestra personalidad en las que no queremos siquiera entrar pero que puede mostrarnos viejos patrones de comportamiento emocional en los que nos apoyamos a diario.

¿Qué es desorden emocional?

Desorden emocional son todos aquellos viejos patrones, viejas emociones, viejos comportamientos que ya no nos son útiles, que no sirven a nuestro propósito. Normalmente hay un claro beneficio para aquellos en mantener este estado de desorden, ya que de lo contrario éste se desvanecería de inmediato. Un ejemplo podría ser la parálisis que produce el no superar una pérdida.

Nosotros recomendamos deshacerse del desorden físico primero porque puede ayudar al cambio emocional, pero si te resulta imposible en este momento, puedes empezar por un cambio a nivel emocional primero. Los dos van de la mano.

 Existen varias técnicas: 

  • Técnica de liberación emocional (EFT o tapping), activando ciertos puntos de nuestro cuerpo para optimizar la salud emocional.
  • Técnicas acerca de nuestro espacio interior, que nos ayudan a descubrir lo que está detrás de nuestros hábitos, actitudes, patrones emocionales y bloqueos mentales.
  • Técnica de constelaciones en la que se trata la dinámica familiar y cómo las emociones y creencias se desarrollan rio abajo en el árbol genealógico.

Beneficios:

Hay muchos beneficios en la eliminación del desorden emocional:

  • Ser capaz de pensar más claramente.
  • Estar más seguro de quién eres como persona y darte el derecho de ser tú en vez de ser algo que crees que “deberías” ser.
  • Tener relaciones más profundas y genuinas con la gente que te rodea.

El comienzo:

Creemos que el desorden físico y el emocional están íntimamente ligados y uno no existe sin el otro. Cuando creemos liberarnos de uno, algo aparece en el otro; nunca nos liberamos totalmente, estamos en constante evolución; mientras que el desorden emocional o físico ya no parece tan avasallador como en su momento fue, versiones menores aparecerán aquí y allá.

Es importante enfrentarse a los grandes desafíos, para que cuando las otras pequeñas cosas aparezcan sea mucho más fácil decidir qué hacer para seguir hacia delante. La componente emocional es para todo el mundo, no sólo para acumuladores compulsivos o gente apesadumbrada por una gran pérdida, incluso como organizadores profesionales necesitamos tratar con ella regularmente en nuestro propio día a día.

El desorden es un viaje alucinante de descubrimiento interior, un refrescante camino hacia lo que eres y lo que quieres en la vida.

Tres consejos:

  1. No hagas el camino solo.

Convoca amigos, reúnete con familiares deseando ayudar, un terapeuta, un professional organizer, hazte con ese libro o esas atractivas lecturas… encontrar apoyo es realmente importante.

  1. Comienza por algo aunque sea sencillo.

Poco a poco, de manera continuada, como rompiendo esa resistencia inicial al movimiento y empezar a generar tu propia dinámica, como una bola de nieve que se desliza montaña abajo.

  1. Visualiza tu idea de lo que quieres en tu casa y en tu vida.

Armonía, felicidad, disfrute… así son los espacios que albergan este tipo de actividades.

Si no hay visión, si no hay intención. Sin intención, no hay acción.

Te mereces ser feliz.