Habrá quienes tengan la fortuna de vivir en un lugar con un clima templado la mayor parte del tiempo, entonces el cambio de armario no se convierte en una tarea tan prioritaria, pero para quienes vivimos en ciudades donde medio año llueve, tres meses hace frío y luego nos caen tres meses de calor, el cambio de armario se convierte en una tarea indispensable.

Y es que ha llegado esa época del año en la que podemos darle unas vacaciones a los abrigos, los chándales y los jerséis para hacerle espacio a los vestidos, las faldas y las sandalias.

Es aquí cuando el cambio de armario se convierte también una gran oportunidad para ordenar nuestra ropa, zapatos y demás, porque es cuando nos damos cuenta de toda esa ropa que acumulamos en el año y cuánta verdaderamente usamos.

Por dónde empezar

Sé muy bien, por experiencia, que no a todxs nos gusta realizar esta tarea, porque puede tornarse complicada, a veces porque tenemos tanto que no sabemos por dónde empezar y otras porque siempre queremos conservar ese pantalón que guardamos por si adelgazamos o la camiseta que nos trajo mamá de su último viaje.

Por eso te he querido compartir algunos trucos muy sencillos con los que puedes dar pie a un armario lleno de orden, armonía y estética, con lo cual te será más fácil vestirte cada día y elegir lo que te vas a poner.

Cuando veas todo el espacio y tiempo que has ganado y hasta el dinero que podrías haberte ahorrado, no dejarás de hacer esta tarea cada temporada.

¡Empecemos!

Armario ordenado, corazón contento

  1. Ponte una fecha y un horario. Si tratas de hacerlo por partes nunca terminarás y al contrario, dejarás todo el cambio de armario a la mitad. Es mejor establecer un día en el que puedas tomarte el tiempo necesario de sacar tus cosas y ordenar. Puedes ponerte un poco de música, una copita de vino y disfrutar.
  2. Saca todo del armario, sí todo. De esta manera podrás ver bien toda la ropa y cosas que tienes y hacerte consciente de ello para evaluar si les darás de nuevo un sitio. Colócalo en lugar donde tengas espacio para evaluar cada prenda posteriormente.
  3. Separa por categoría. Una vez que has sacado todo, ve categorizándola por tipo de prenda: los pantalones en una pila, las camisas en otra, los vestidos en otra y así, hasta que tengas distintas familias de ropa. Incluso separa las camisetas de manga corta de las de manga larga, y los vestidos lisos de los estampados. Te parecerá muy minucioso, pero al hacer esto te será más sencillo guardarlos y luego saber donde has colocado todo para que no tengas que perder el tiempo buscando.
  4. Selecciona y descarta. Una vez que tengas toda categorizado, empieza a descartar.  Deja a un lado lo que ya no quieres, lo que no te pones, lo que está en mal estado, lo que no te queda, y en otro lado pon lo que sí te vas a quedar. Puedes ocupar distintas cajas o bolsas para separar la ropa que se dona, la que se va a la basura o a la que puedes designarle otro uso.

    Nota importante: no dudes al momento de deshacerte de algo, es tan sencillo como notar si te lo has puesto en los últimos meses. Si no te sirve, se va; si no te los has puesto, se va; si tienes dudas; también se va.

  5. Ordena con sentido. Ya que vas a devolver la ropa al armario, debes hacerlo de modo que todo tenga una armonía y un sentido. Mi recomendación es que la guardes con la misma lógica con la que te la pones. De arriba hacia abajo y de la cabeza a los pies. Nadie se pone un sombrero en los pies ni las sandalias en la cabeza, así que, por ejemplo, la mayoría empezamos con las partes de arriba, entonces esas tendrán que ir a la altura de tu tronco, luego los pantalones a la altura de la cintura, los zapatos, en el bajo del armario preferiblemente como lo están tus pies en tu cuerpo.
  6. Ordena en función del espacio. Recuerda que no porque el doblado vertical esté de moda tienes que usarlo para todo. Mi recomendación es que guardes las prendas de acuerdo al espacio que tienes en tu armario, si hay más espacio para perchas, pues eso, lo mejor es que vaya todo colgado, si tienes algunos cajones, puedes entonces sí, usar el doblado vertical, si tienes organizadores, pues usa el doblado horizontal. El diseño de tu armario te dará la pauta.

¿Qué hago con la ropa fuera de temporada?

Lo mejor es que si no tienes un armario extra para guardarla ahí, utilices bolsas especiales transpirables u organizadores. Esos puedes colocarlos en la parte de arriba del armario o debajo de la cama.

Otra nota importante: Lo ideal es que antes de guardarla, te hayas desecho de todo cuanto ya no necesitas, pues así ocupará menos espacio.

Dependiendo del material de tu ropa, es aconsejable que elijas el tipo de artículo en donde la vas a guardar, porque, por ejemplo, si vives en un lugar con mucha humedad, la idea de guardar en cajas queda fuera. Mejor si son de tela o de lino. Para las chaquetas, abrigos.

Recuerda también que esta ropa permanecerá mucho tiempo guardada, por lo que debes procurar almacenarla lo más extendida posible para que no se marquen dobleces, se arrugue y pueda terminar estropeada.

Mi consejo es, si es posible, mejor que se quede colgada y si puedes colocar solo una prenda por percha, mucho mejor.

Cambio de armario, cambio de actitud

Como ves el cambio de armario no tiene por qué ser una pesadilla. Puede ser una gran oportunidad para cambiar de look, renovar tu imagen y hasta divertirte. La intención es que una vez que te decidas a hacerlo, resulte una tarea de orden consciente con la que obtengas muchas ventajas. Un armario ordenado se traduce en más tiempo para ti, más armonía en casa, facilidad a la hora de vestirte y practicidad en tu día a día.

¡Haz el cambio!