Si algo aprendimos de la más reciente pandemia, en la que todo parecía una película de ciencia ficción y en la que nos vimos forzados a alejarnos de las personas que queríamos con el objeto de protegerlas, es de lo mucho que necesitamos el contacto físico humano.
Esas muestras de cariño que hasta ahora habíamos pasado por alto, se convirtieron en lo más deseado: un beso, una palmada en el hombro, y sobre todo un abrazo… Pero, ¿por qué son tan importantes los abrazos?
El abrazo es lo primero que experimentamos desde que nacemos. Lo primero que hace nuestra madre al llegar a este plano es abrazarnos, como una señal de amor y protección. Y es que los abrazos pueden ser muchas cosas, muchas cosas buenas.
Un abrazo puede ser un simple saludo entre colegas, pero también puede ser una muestra de afecto entre parejas y amigos, una señal de acompañamiento y apoyo cuando estamos preocupados o tristes, una bienvenida, una felicitación, seguridad… como queramos verlo, los abrazos sinceros son una muestra positiva de cariño que a todos nos viene bien de vez en cuando, pero que poco practicamos.
Los abrazos y sus beneficios
Tal vez si todos tomáramos consciencia de los beneficios de los abrazos, no sólo en cuestiones afectivas sino de salud física, mental y emocional, lo haríamos más seguido. Pues, aunque no hace falta más que abrazar al de al lado en este momento para notar sus beneficios, hay estudios que demuestran todas las ventajas que el contacto físico hacer los seres humanos.
Una investigación realizada por el Laboratorio para el Estudio del Estrés, Inmunidad y Enfermedad de la Universidad Carnegie Mellon, ha demostrado que los abrazos aumentan favorablemente los sentimientos positivos y provocan cambios fisiológicos beneficiosos para el ser humano, especialmente cuando se tiene problemas.
“Un abrazo es una de las expresiones que revelan los verdaderos sentimientos entre las personas y si este es genuino se mantendrá esa sensación de bienestar permanente”.
Alba Lucía García, magíster en psicología y docente de la Universidad Icesi
A nivel de orden emocional, los abrazos…
Ayudan a mejorar nuestra autoestima. Con esta muestra de afecto aumentamos nuestra seguridad y confianza, ya que, al dar permiso a otra persona de traspasar nuestro espacio vital, estamos simbólicamente ofreciendo nuestra confianza al otro sin temor. Esto a su vez nos hace sentir mucho mejor, aumentando el ánimo y la energía.
Generan placer y bienestar. Los abrazos liberan serotonina y dopamina, generando una gran sensación de bienestar y felicidad. Los especialistas sugieren que, para que de verdad tenga un efecto placentero, un abrazo debe durar al menos 20 segundos.
A nivel de orden menta, los abrazos…
Reducen los niveles de estrés. Cuando abrazamos a una persona liberamos oxitocina, disminuyendo de esta forma la producción de cortisol y adrenalina, hormonas que se emiten en altas concentraciones cuando nos encontramos bajo una situación estresante. Abrazar nos relaja y nos hace sentir paz y tranquilidad, especialmente en los momentos complicados.
Ayudan a prevenir la depresión. La gente deprimida suele necesitar más demostraciones de afecto, porque precisamente lo que hay en ellos es una baja hormonal, así que esta puede ser una gran forma de ayudar a quienes queremos y necesitan apoyo en varios aspectos de su vida.
A nivel de orden físico, los abrazos…
Mejoran la salud de nuestro corazón. La misma oxitocina que nos ayuda a reducir el estrés, es también es un poderoso neurotransmisor que puede ayudar a mejorar el sistema cardiovascular y la salud de nuestro corazón. Por lo tanto, abrazar es una manera natural de prevenir o mejorar las enfermedades cardiovasculares.
Reduce la tensión arterial. Igualmente liberan la tensión del cuerpo, relajando los músculos y ralentizando la respiración, lo que a su vez produce una reducción de la presión arterial.
Disminuyen el riesgo de contraer algunas enfermedades comunes. Los abrazos favorecen la creación de glóbulos blancos, mismos que refuerzan de alguna manera nuestro sistema inmunológico, pues muchas veces éste es afectado por cuestiones como el estrés o malestar emocional, así, un estudio realizado por las universidades de Carnegie Mellon, el Centro de Ciencias de la Salud de Virginia y la Facultad de Medicina de Pittsburgh, confirma que aquellos pacientes a quienes se le dio una fuerte dosis de abrazos fueron menos propensos a enfermarse de un resfriado o a presentar síntomas menos graves.
Previenen el envejecimiento. Al ser estimulantes de la oxigenación del organismo, los abrazos ayudan a prolongar la vida de las células y, por tanto, a prevenir el envejecimiento prematuro.
¡Abrázame mucho!
¿Necesitas más buenos pretextos para animarte a dar miles de abrazos? Bueno, tal vez el momento actual no nos permita ser tan efusivos y afectuosos, pero estoy segura que luego de conocer todos estos beneficios de los abrazos, no dudarás en lanzarte a los brazos de todos los que quieras en cuanto nos sea posible.
¡Mientras tanto ve ejercitando esos músculos!
“Un abrazo es arrancar un pedacito de sí para donarlo a algún otro hasta que pueda continuar el propio camino menos solo”.
La Magia del Abrazo – Pablo Neruda