La vuelta al cole es una realidad. Hasta hace poco todo era algo incierto – qué no lo es en estos días -, pero es oficial que los niños vuelvan a clases, en algunos lugares ya lo han hecho, y con ello volvemos un poco a la rutina y la preocupación. 

Eso sí, no es una vuelta al cole normal, pues ahora además de adaptarnos de nuevo a las actividades regulares, quitarnos el chip de las vacaciones, sumar el estrés del material escolar, los uniformes y tal, hay que preocuparnos por cuidar la salud para evitar contagios y tomar medidas de prevención a las que antes no estábamos acostumbrados. 

Sin embargo, no por ello vamos a perder la razón; tenemos que seguir con nuestra vida y nuestros peques también. En nosotros está que aprendan a tomarlo con calma y responsabilidad. Y es que, aunque pensemos “qué más da que mi hijo pierda un año” o “este año mejor que estudie en casa”, la realidad es que el que lo chicos acudan a la escuela es mucho más importante de lo que a veces podamos pensar o creer.

¿Por qué es importante la vuelta al cole?

Con esto del confinamiento, los adultos, no somos los únicos que lo hemos pasado mal. Nuestros hijos han tenido que hacer cambios incluso sin tener idea del porqué ni entenderlo del todo.

Además de su hogar, la escuela influye en la salud y el bienestar de nuestros niños de manera importante. Asistir al colegio no sólo tiene el objeto de brindar conocimientos, sino que también les da seguridad e independencia, fomenta el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales y les brinda herramientas importantes para su desenvolvimiento en el futuro.

Así que no es que se trate de una necedad, se trata de un derecho de los niños y una obligación de los padres, pero con todo esto también es normal que existan padres que se estén pensando seriamente si sus hijos deberían ir a clases con una pandemia de por medio.

Entonces, ¿cómo prepararnos para esta “nueva” vuelta al cole?

Tal y como hace poco hablábamos de evitar los pensamientos negativos y concentrarnos más en lo que sí está en nuestro control, en este caso, es todavía más importante mantener la serenidad y la cordura y evitar dramatizar la situación. 

Nuestros peques necesitan sentirse seguros y con la confianza de que todo va a estar bien, y somos nosotros quienes tenemos que comenzar a transmitir esa confianza. ¿Cómo?

Informarse es la clave

Si te sientes inquiet@ o insegur@, acércate a la escuela de tus hijos, pregunta por sus planes de reapertura y cómo piensan controlar los riesgos.

Conoce todas las medidas de seguridad que están tomando y asegúrate de preguntar si la escuela cuenta con los recursos necesarios para garantizar la salud y bienestar de los niños, verifica esto con el ayuntamiento o las autoridades de tu localidad.

Asimismo, comenta con la escuela cómo será la comunicación con la familia respecto a este tema, es decir, cómo recibiréis la información, por qué medios y qué medidas, como padres de familia, debéis involucraros para colaborar y que el regreso a clases sea seguro.

Conoce los riesgos para anticipar soluciones 

Sabemos que los niños andan de arriba abajo, que se tocan la cara, recogen las cosas del suelo, no les preocupa la distancia de seguridad y hasta comparten los alimentos, peor aún, no estarás allí para decirle que no lo haga. Entonces, si ya sabemos que pasará, es mejor prevenir.

Cosas como facilitar que lleve la mascarilla puesta y que tenga un lugar donde guardarla para que no se pierda, colocar un gel hidroalcohólico en su mochila al que tenga fácil acceso y no se derrame entre sus libros, son algunas de las medidas de seguridad que puedes tomar. 

Las notitas dentro de sus pertenencias como “no olvides lavarte las manos cada vez que puedas”, “no cojas la comida con las manos sucias”, un curioso “úsame” en las botellas de desinfectante y detalles similares pueden facilitar que tus hijos sigan las recomendaciones en la medida de lo posible.

Colabora con la escuela y su personal

No se lo dejes todo a los maestros, para ellos debe ser igual de preocupante tener que estar pendientes de todos los cuidados que deben tener los peques, además de preocuparse por ellos mismos. Sigue las directrices de la escuela, haz caso a sus indicaciones e invita a tus hijos a seguirlas también. 

Ayúdales entender que esta es una labor conjunta y que todos, tanto tú como padre/madre, como los profesores, tienen como prioridad cuidar de su salud. De ser posible, y si la escuela lo tiene, leed y revisar juntos las normas a seguir para que pueda entenderlas y resolver sus dudas. 

Pídele que se acerque a sus profesores si necesita ayuda o si alguno de sus compañeros está pasando por alto alguna regla. Y algo muy importante, recuerda informar si tu hijo está enfermo o si requiere de algún tipo de cuidado especial.

Cuidados en casa

Establece un área a la entrada en donde pueda colocar todas sus pertenencias una vez que vuelva de la escuela. Las autoridades recomiendan contar con un cubo/cesta para colocar el uniforme, las zapatillas y la mochila y otro en donde tenga un cambio de ropa limpio para entrar a casa.

El uniforme debe pasar por un área de desinfección o dejarlo aireando, lo mismo que sus pertenencias. Ya sea que decidas lavarlo o simplemente rociar con desinfectante, pero que no llegue a las habitaciones en casa.

Igualmente, se recomienda una ducha recién llegando para deshacerse de cualquier rastro del virus. Puede parecer exagerado, pero esto es de suma importancia si en tu casa hay familiares vulnerables al virus.

Otra recomendación es lavar con jabón o alcohol las gafas, el móvil (si es que lleva) y otros objetos como reloj, pendientes, etc. De igual modo lavar fiambreras o cubiertos, si es posible, en la lavavajillas a una temperatura de 60º o con agua jabonosa muy caliente.

vuelta al cole

Comunicación y confianza

No olvides charlar con tus hijos abiertamente sobre el tema y lo importante que es seguir todas las recomendaciones. Para los más pequeños será más complejo de entender, pero es importante tomarse el tiempo de explicarles la situación y los riesgos. 

Como en todos los casos, no solo en este, es importante sentar las bases para que pueda tomar decisiones por sí mismo y comprender que el mundo fuera de casa puede ser algo peligroso en ciertos momentos, pero que pueda estar seguro de que se le han dado las herramientas necesarias para cuidarse y no sentirse inseguro en este aspecto.

Confía, los niños son mucho más inteligentes de lo que creemos y, a veces, mucho más cautelosos que los adultos.