Parte de llevar una vida más organizada, sostenible y consciente es aplicar los mismos hábitos positivos a todo lo que nos rodea, por lo que cuando hablamos de tirar o desechar, no es que estemos de alguna manera sugiriendo que hagamos más basura. Por el contrario, la basura también tiene un lugar importante en nuestro proyecto de orden, y aunque la intención es que te deshagas de la mayor cantidad de cosas posible que no te aportan nada, al mismo tiempo debemos poner atención en reducir la cantidad de basura que generamos.
Esto no solo es bueno para ti en términos de iniciarte en el hábito de consumo inteligente, sino también para el planeta que habitamos y al cual le urge una limpieza.
Y la realidad es que minimizar la cantidad de basura que generamos es mucho más fácil de lo que parece, al principio te costará un poco de trabajo adaptarte, pero poco a poco irás encontrando tus propios trucos.
Aquí te comparto los esenciales para iniciar una disciplina de cero desperdicios, algo que aportará a tu vida y a la de tu familia enormes beneficios.
- Analiza tu basura antes de comprar
Claro que no vas a ir a la papelera a sacar todo lo que hay y revisarlo, con analizar me refiero a que antes de ir a hacer la compra, analices todos los productos que compras; revisa cuáles ocupas más, cuáles llevan envoltorio, cuáles puedes reemplazar por productos sostenibles. Teniendo conocimiento del tipo de productos que adquieres con regularidad será más fácil hacer un cambio positivo. Por ejemplo, antes de ir al supermercado puedes hacer una búsqueda de las marcas que te ofrecen opciones sostenibles e incluso puedes medir la cantidad de bolsas reutilizables que debes llevar para guardar las cosas.
- Compra a granel o sin envasar
Esto puede costarte un poco de trabajo, pues muchos supermercados o almacenes aún no están preparados, pero hay algunas cosas que puedes hacer para reducir el número de paquetes. Por ejemplo, es mejor comprar a granel 350 gramos de jamón que llevar 3 paquetes de los que ya vienen empaquetados y plastificados. Otra opción es llevar tus propias bolsas de papel o frascos de vidrio para el arroz, los garbanzos, la avena, etc. Hay lugares en los que incluso puedes comprar la comida del perro por kilo y es mucho más barata.
Si después de buscar opciones a granel, aún hay cosas que necesitas, pero no hay sin envasar, te recomiendo que elijas las opciones menos dañinas para el medio ambiente.
- Haz tus productos caseros o compra a quien los haga
Es probable que no tengas tiempo, pero la verdad es que puede servir hasta de terapia. Actualmente, en internet, puedes encontrar una gran cantidad de recetas y tutoriales para aprender a hacer tus propios productos de limpieza, jabones, productos de belleza. Si estás muy apurad@, entonces puedes buscar, también en internet, a productores locales que ofrecen una buena cantidad de productos hechos en casa o con productos naturales.
Esto no sólo ayuda a reducir la cantidad de envases dañinos para el medio ambiente, sino que además es bueno para tu salud, pues te dará una idea de todo lo que te estás llevando al cuerpo.
- Reutiliza todo lo que puedas
Olvídate de comprar agua individual embotellada, mejor lleva tu propia botella reutilizable. Aprovecha los envases que ya compraste o los que te dan cuando pides algo para llevar. Reutiliza frascos de vidrio de las conservas para guardar pequeños artículos de baño o de oficina. Reutiliza las camisas viejas para usarlas como paños de limpieza y carga con tus propios platos y cubierto, al principio creerás que exageras, pero hasta los alimentos cambian cuando se colocan en una vajilla de casa. Casi todo lo que vemos en casa puede ser aprovechado para otra finalidad, aplica tu creatividad.
- Prepara más comida en casa
La rutina y el ajetreo nos han acostumbrado a ganar tiempo comprando comida precocinada, a domicilio o para llevar. Si preparas más alimentos en casa reducirás considerablemente la cantidad de basura que generas. Si no te da tiempo, entonces cuando pidas para llevar, pide al restaurante que lo ponga en tus propios tuppers.
Recuerda que todas estas actividades tienen mayores beneficios si todas las personas de tu casa u oficina se unen para llevarlas a cabo. Corre la voz; coméntalo con tus hijos o con tus compañeros de trabajo. Buscar cómplices ayuda a implementar nuevos hábitos que además son benéficos para todos.