Nuestro día a día nos hace olvidarnos de lo importante que es, no sólo cuidar de nosotrxs mismxs, sino también de conectar con todo lo que nos rodea para recordarnos quiénes somos y de dónde venimos. Por eso hoy quiero hablarte de qué es el grounding y cómo puede ayudar a mejorar nuestra salud.
Constantemente nos olvidamos de que no somos seres aislados; somos seres cargados de energía y formamos parte de un todo con el universo.
¿Te has puesto a pensar cómo las plantas crecen a medida que reciben energía del sol o agua de la lluvia? Algunos animales, por ejemplo, también tienen la capacidad de camuflarse en cuanto entran en contacto con la superficie por la que se mueven e incluso las rocas y la hojas de los árboles cambian de color. Así como ellos, nosotros somos parte de todo esto también, pero lo hemos olvidado.
¿QUÉ ES EL GROUNDING?
El Grounding o Earthing no se trata de una nueva moda, pero es verdad que debido al ritmo de vida tan intenso en el que vivimos, se ha hecho necesario retomar disciplinas como ésta, que nos invitan a hacer una pausa y volver a nuestras raíces energéticas.
Grounding proviene del término en inglés ground que significa tierra; también se le conoce como Earthing (Tierra) y se trata de una práctica terapéutica que involucra realizar actividades que nos conecten con la Tierra.
Se basa en la ciencia de la conexión a la tierra, y la física de conexión para explicar cómo las cargas eléctricas pueden tener efectos positivos en nuestro cuerpo.
El grounding es una disciplina en exploración, pero ya es posible encontrar varios estudios científicos que afirman sus beneficios en el tratamiento de condiciones como la inflamación, las enfermedades cardiovasculares, el dolor crónico, la ansiedad, la depresión y muchas más.
¿CÓMO FUNCIONA EN NUESTRO CUERPO?
De acuerdo con los estudios realizados, la conexión con la tierra afecta el sistema central, el cual es el punto de encuentro energético con nuestras células vivas. La conductividad eléctrica se traslada por este sistema cargando las células del cuerpo de energía y actuando como un defensor del sistema inmunológico,
En resumen, a través de la conexión con la tierra, se pueden restaurar las defensas naturales del cuerpo. A simple vista puede sonar complejo, pero no se trata más que de ciencia básica: Los seres humanos somos seres bioeléctricos con carga positiva, que se acumula en nuestro cuerpo. La Tierra tiene carga negativa. Cuando hacemos contacto a través del grounding, descargamos nuestro exceso de energía, produciendo un efecto curativo a nivel celular.
De este modo podemos establecer un equilibrio energético que nos ayuda a sentirnos mejor física, emocional y mentalmente.
EL GROUNDING Y NUESTRO ORDEN INTERIOR
Como te lo he contado en distintas ocasiones, el orden no sólo tiene que ver con ordenar espacios, el orden forma parte fundamental de todos los aspectos de nuestra vida. El universo tiene un orden establecido y cada una de las acciones que realizamos afectan este orden, pues formamos parte de un todo.
Así es como, por medio del Grounding podemos volver al origen de este orden universal y restablecer nuestro equilibrio físico, emocional y mental.
Si tomamos en cuenta que, el ambiente que nos rodea, el clima, la energía de los elementos de la tierra y sus movimientos tiene un efecto en nuestro ser en todos estos niveles, debemos saber y estar conscientes de que, entonces, lo que nosotros hagamos tiene un efecto también a nuestro alrededor.
El orden de la Tierra y el nuestro están conectados; a medida que conectamos con la Tierra de manera positiva, podemos sentir cómo la energía que recibimos es igualmente benéfica y nos hará encontrar ese balance que necesitamos para vivir en un entorno de serenidad y bienestar.
¿CÓMO PRACTICAR EL GROUNDING?
Muchas de las cosas que vas a leer a continuación, ya las hemos hecho o las hacemos, sólo que no lo hacemos de manera consciente, por eso nos perdemos la oportunidad de sentir los efectos positivos.
Para practicar el grounding no es necesario tener experiencia, no hay nivel básico, medio o avanzado y tampoco necesitas un entrenador. Lo mejor es que tampoco causa efectos secundarios y se puede realizar en cualquier momento.
- Caminar descalzx. Es la forma más sencilla y más popular de conectar con la tierra. Puedes caminar sobre la hierba, sobre la arena, incluso sobre el barro si te dejas llevar. La intención es que mientras lo haces despiertes el resto de los sentidos del cuerpo a la vez que te conectas naturalmente con la tierra.
- Un ligero baño de mar. No es necesario que te bañes, puedes solo mojar tus pies y sentir cómo las olas rozan tu piel, o solo quedarte ahí en la orilla y respirar la brisa marina. No tengas miedo de sentir cómo se hunden tus pies en la arena o de las algas que puedan enredarse, todo es parte de la conexión.
- Abraza un árbol. Esta idea puede sonar muy hippie, pero es sumamente reconfortante. Abrazar un árbol es una de las prácticas más antiguas y de las que se han comprobado sus beneficios para la salud. Los árboles son seres altamente energéticos, que, además, proveen de oxígeno y regulan ecosistemas, imagínate entonces todo lo que puede hacer pro nuestro cuerpo si dejamos la vergüenza a un lado y nos damos unos minutos para mimarlos.
- Tumbarse sobre la hierba. ¿Qué tal si la próxima vez que pases cerca de un parque te detienes unos minutos y te echas sobre el césped extendiendo tus brazos y deslizándolos de arriba abajo como una mariposa? Los efectos de la hierba fresca sobre el cuerpo son sumamente benéficos, sobre todo si lo hacemos de manera consciente, pues ayuda a relajarnos. Así que, túmbate sobre la hierba o un montón de hojas, extiende tu cuerpo y siente su frescura por todo el cuerpo. Hacer yoga al aire libre y sin tu esterilla, puede ser otra opción.
- Salir a caminar bajo la lluvia. No quiero que pilles un resfriado, pero un poco de lluvia ligera nos ayudará a olvidarnos de todo y concentrarnos en las gotas que caen sobre nuestro cuerpo. Cuando llueve, solemos bajar la cabeza y salir corriendo como si la lluvia nos fuera a quemar, la realidad es que no pasa nada si dejamos que nos caiga un poco para conectar con la tierra.
- Tomar los rayos del sol. Lo hacemos en verano, pero ¿y los demás días? El sol es uno de los elementos más benéficos para nuestros estado físico y emocional, y quizá uno de los que más notamos, pues nos llena de energía y mejora nuestro estado de ánimo. Así que la próxima vez que veas el sol, sal y extiende los brazos hacia el cielo como si quisieras alcanzarlo, deja que los rayos toquen las palmas de tus manos y si puedes hacerlo sin zapatos, mejor aún.
Existen muchos otros ejercicios que pueden ayudarnos a conectar con la tierra, pero como podrás darte cuenta, no se necesita ninguna experiencia, solo encontrar actividades que nos permitan tocar la tierra sin ningún objeto de por medio.
Lo recomendable es realizar alguno de estos ejercicios de manera constante al menos entre 10 y 20 minutos para notar verdaderos cambios en nuestro sistema.
BENEFICIOS DEL GROUNDING PARA NUESTRO CUERPO
Bien, como te decía, la ciencia sigue explorando esta disciplina, pero ya es posible afirmar que efectivamente tiene grandes ventajas para nuestra salud y bienestar.
Para empezar, realizar estos ejercicios de conexión ayudan a aclarar y relajar la mente; liberan el estrés y la tensión y elevan nuestro estado de ánimo haciéndonos sentir con más ganas y fomentando el pensamiento positivo.
Pero, además, se han encontrado beneficios fisiológicos, como, por ejemplo:
- Reduce la inflamación corporal
- Ayuda a aliviar el dolor muscular y el dolor crónico
- Mejora la respuesta inmune
- Reduce el estrés emocional
- Mejora el flujo sanguíneo
- Mejora la calidad del sueño
- Nos reconecta al pulso de la tierra
- Normaliza el ritmo de cortisol día-noche
- Aumenta la variabilidad de la frecuencia cardíaca
- Acelerar la cicatrización de heridas
- Reducir la viscosidad de la sangre
Y por si todo esto no fuera suficiente, nos ayuda a sentirnos mejor y más felices. Si con todo esto aún te quedan dudas, puedo decirte una cosa para que te animes a intentarlo, sino te hace bien, tampoco te hará mal, así que merece la pena darle una oportunidad.
Te invito a introducir alguna de estas técnicas en tu cotidiano y a que me cuentes cómo te va o a que me compartas tus propias técnicas de conexión con la Tierra.