Todos conocemos el reto que representa cumplir aquellos propósitos planteados al inicio de cada año, pues, aunque es probable que hayamos empezado con mucho entusiasmo, con el paso de los días perdemos impulso y, semanas después, abandonamos la idea por completo.
La pregunta recurrente es ¿por qué no alcanzamos nuestras metas?, lo que nos lleva a otra mucho más inquietante: ¿algún día las cumpliremos? La respuesta es ¡sí! Antes de que suenen las últimas doce campanadas de 2018 toma en cuenta los siguientes consejos para un nuevo año lleno de éxitos y logra tus propósitos de año nuevo.
Establece un compromiso real. Antes de tan siquiera considerar algún propósito, establece un pacto contigo mism@, tómatelo en serio y no como una lista de deseos que se imploran ante una fuente o un hada madrina. Hazte consciente del potencial interior que vive en ti, visualiza las repercusiones en tu vida y decídete, todo lo que deseas es posible si así lo decretas.
Comprende el porqué de buscar un cambio. Cuando tienes claras las razones que te motivan aumenta tu voluntad de actuar, de cambiar, entendiendo que el resultado no sólo mejorará tu vida de forma tangible, sino que se verá reflejado en tu mentalidad y emociones, sin mencionar a aquellos que te rodean. Recuerda, cualquier cambio positivo será bienvenido en tu día a día.
Simplifica tus propósitos de año nuevo. Inicia un listado con aquello que quieres ajustar, cambiar o alcanzar sin importar la longitud. Después relee cada punto, sé honest@ y elimina aquellos que sean, no inalcanzables, pero sí mucho más complicados en el corto plazo; incluso te darás cuenta que varios pueden resumirse en uno solo. Mientras más pequeña sea la lista mejor, pues focaliza tu energía y potencializa su alcance.
Piensa en las precondiciones. Esto quiere decir que debes pensar en todos aquellos hábitos que necesitas modificar para lograr cada uno de tus propósitos, por ejemplo, si quieres bajar de peso necesitarás hacer más ejercicio y para ello quizá tengas que levantarte más temprano; qué necesitas para levantarte más temprano pues ir a dormir antes.
Hazlos visibles. Es de mucha utilidad colocar los propósitos de año nuevo en un lugar en donde puedas verlos todos los días para recordarlos. Por ejemplo, puedes hacer una tabla que tenga la meta que quieres cumplir y la fecha en la que debes lograrlo y colocarla en tu mesita de noche, o bien, poner todo en una hoja en la puerta del frigorífico; donde quieras, lo importante es que los tengas presentes.
Empieza con pequeñas acciones. Pequeños pasos se convierten en hábitos, y los hábitos generan resultados permanentes; ¿comer mejor?, suple un alimento basura por uno saludable cada semana; ¿hacer ejercicio?, empieza a caminar 10 minutos diarios, sube el tiempo poco a poco e incluye más actividades; ¿empezar a ahorrar?, guarda el 2% de tu primera paga y duplícalo con cada sueldo hasta alcanzar el 15%. Acciones así te asegurarán el éxito al final del año.
Registra tus logros y compénsate por ellos. Anota tus avances por pequeños que sean y siéntete orgullos@. La automotivación te ayudará a ganar confianza y a seguir esforzándote por ese objetivo final. Además de llevar dicho registro, date un capricho como recompensa: esa prenda que tanto quieres, un día completo para ti o una noche de fiesta con tus amig@s, ¡tú decides!
Permítete fallar. Si en algún momento flaqueas y te sientes desmotivad@, no te agobies, es normal tener momentos de debilidad, lo importante es poseer la fortaleza suficiente para retomar y continuar. La mente es muy poderosa, así que tomate un momento para pensar, analiza en dónde estuvo el fallo y, si es necesario, replantea, no hay nada malo en ello. Controlar tus pensamientos para que jueguen a tu favor te acercará a, por fin, conquistar aquello que has deseado durante tanto tiempo.
Ya lo sabes, no hay imposibles si se trabaja con entusiasmo, perspectivas reales, actitud positiva y mucha constancia. ¡Todo depende de ti!