Parece que fue ayer cuando estábamos haciendo las maletas para irnos de vacaciones y ahora ya es momento de volver al mundo real, y es que, aunque hayamos descansado y disfrutado estos merecidos días de descanso siempre se hace un poco pesado retomar la rutina del día a día.
¿Por qué nos pasa esto?
Ya sea que tengas que volver al trabajo, a estudiar o a las actividades del hogar, está más que comprobado que todos necesitamos un periodo de adaptación que se puede extender hasta unas dos semanas, así que es totalmente normal que al volver de las vacaciones te sientas un poco desganado o deprimido, esto es conocido como “síndrome postvacacional” y tiene algunos síntomas notables como pérdida de productividad, irritarte con facilidad, estar desanimado y apático.
Esto se debe a que, al salir de vacaciones (aun cuando no realices un viaje), las vacaciones son un momento de ruptura con una repetición de hábitos: levantarnos temprano, tomar el autobús, acudir a prácticas o reuniones laborales, llevar a los niños al cole… el momento en el que decidimos darnos un descanso se presenta como un momento de libertad y disfrute sin limitaciones.
¿Cómo afrontarlo?
Para ir desapareciendo estos síntomas es necesario retomar nuestros hábitos regulares y poco a poco ir adaptándonos a la rutina. Para ello te tengo algunas recomendaciones.
Antes que nada, mantén una actitud positiva.
Trata de no pensar en el trabajo o tus actividades como un martirio. Enfócate en las cosas positivas como volver a ver a tus colegas, retomar alguna etapa de aprendizaje, planificar actividades con los niños, incluso darte un descanso de los niños ahora que los llevarás a clases.
Planifica y ordena con anticipación
El mejor aliado para volver a la normalidad sin melodramas es la planificación y organización. Date unos días de adaptación antes de volver a tope con todas tus actividades y haz participe a toda la familia.
Por ejemplo:
- Al levantarte por las mañanas procura no coger el móvil inmediatamente, trata de seguir en modo vacaciones y evitar que tu primera actividad sea ver tus notificaciones pendientes.
- Realiza algunas actividades que normalmente haces en casa o con tu familia como ordenar tu casa, organizar la despensa, ir juntos a la compra, etc.
- Adaptar las horas de sueño al horario habitual de trabajo.
- Jerarquiza las actividades por orden de prioridad.
- Afronta los problemas y cargas de trabajo de manera gradual, intentando establecer objetivos y plazos realistas.
Tómate el trabajo con calma
Lo más complicado es volver a la oficina, si este es tu caso, trata de llevarlo con calma y optimismo. Una vez estés en el trabajo organízate y marca tus objetivos del día para ir poco a poco recuperando el ritmo de trabajo que tenías antes.
Otra buena manera de regresar y sentirte cómodo y relajado es ordenando tu escritorio, piensa que estás cargado de nuevas energías por lo que deshacerte de los papeles viejos, las plumas rotas y deshacerte del desorden te ayudará sentirte motivado y satisfecho.
Planifica tus actividades de manera progresiva
Es normal que vuelvas a la rutina con una gran lista de pendientes, pero no vas a resolverlos todos en un día, menos regresando de vacaciones. Toma tu agenda y anota tus pendientes de los más sencillos a los más complicados, de los que toman menos tiempo a los que te toman más tiempo y establece prioridades.
Libera unos minutos, si puedes horas, al día para tomarte un descanso de manera que no te pille todo como avalancha y te venza el estrés.
Sé flexible con tu agenda y date la oportunidad de ir resolviendo todo conforme el cuerpo te lo vaya permitiendo y no te sobrecargues.
Y finalmente, no divagues en tu bandeja de correo. Seguro vas a toparte con una gran cantidad de emails, pero antes de entrar a esa bandeja y disponerte a abrir cada uno para ver de qué van, echa un vistazo y analiza cuáles son realmente importantes y necesitan ser respondidos, No todos son útiles, algunos incluso serán notificaciones de redes sociales, boletines o avisos; los que no te valgan, elimínalos. De los que quedan, cuáles requieren respuesta urgente y cuáles puedes responder durante el día; olvídate del orden cronológico y concéntrate en su importancia.
Establece nuevos objetivos y nuevos proyectos
El mejor momento de iniciar un nuevo proyecto o de plantearte nuevos objetivos a corto, mediano y largo plazo es después de unas vacaciones, ya que llegas con la mente limpia, clara y llena de ideas.
Esto te ayudará a mantenerte motivado y a cumplir con ciertos requerimientos que te ayudarán a alcanzar ese nuevo objetivo, puedes incluso empezar a planificar tus próximas vacaciones y ver cuánto tiempo necesitas, organizar el presupuesto y a dónde quieres ir, así como todo lo que necesitas hacer para llevarlo a cabo. Eso sí, no te satures, hazlo con calma y plantea pequeños objetivos cada tanto en donde puedas darte cuenta de que lo estás haciendo bien.
Parecen muchas cosas, pero si miras bien todas van relacionadas a retomar hábitos. Algo que haces todos los días, así que, con un poco de buena energía y orden, el regreso a la rutina no tiene que ser tan complicado.
Y no olvides dar las gracias por haber podido disfrutar de un increíble periodo de vacaciones, no todos tienen esa suerte.