La naturaleza es esencial para nuestra salud y felicidad, cuando nos rodeamos de naturaleza -aunque sea con unas cuantas plantas en nuestro escritorio o mirando fotos de árboles en la pantalla del ordenador- también podemos sanar nuestras almas.

Y es que, no es ningún secreto que vivir en una ciudad puede ser perjudicial para la salud. Las ciudades se han convertido en algo más que lugares para trabajar y reunirse con los amigos: pueden convertirse en entornos tóxicos de ruido, contaminación y estrés.

Este exceso de contaminantes y estrés aumenta la posibilidad de contraer enfermedades y, ya que llevamos una vida tan agitada, no nos podemos dar el lujo de perder el tiempo y de quedarnos tumbados en la cama hasta recuperar las fuerzas, por lo que acudimos a la farmacia y consumimos cada vez más medicamentos para calmar el malestar.

Sin embargo, hay un remedio conocido y que pocas veces nos damos la oportunidad de llevar a cabo y es alejarnos un poco del ruido y el asfalto, para respirar aire puro, lo que cura considerablemente cualquier malestar. Por eso, para algunas personas, retirarse a la naturaleza es el antídoto perfecto para muchas enfermedades.

Cuando uno se sumerge en un ambiente verde y el aire fresco, es casi imposible no sentirse mejor. Así que no es difícil entender por qué las personas que viven cerca o rodeadas de naturaleza consumen menos medicamentos que los que viven en la ciudad.

Beneficios de conectar con la naturaleza

Un estudio realizado por ScienceDirect titulado ‘Urban Forestry & Urban Greening’ (Silvicultura urbana y ecologización urbana) encontró una fuerte relación entre las personas que viven rodeadas o tienen mayor contacto con áreas verdes y su reducción en el consumo de medicamentos y atención médica.

Esto quiere decir que quienes viven cerca o están rodeados de bosques tienden a consumir menos medicamentos que quienes no lo hacen.

“Los poblados con más bosques y arbustos pueden tener beneficios económicos y de salud para las personas mayores y discapacitadas. Este estudio demuestra que la exposición a la cubierta vegetal verde puede estar relacionada con un menor gasto en atención médica”.

Los resultados de la investigación muestran que las personas que viven cerca de los bosques visitan al médico con mucha menos frecuencia. También sufren menos alergias, tos y dolores de cabeza.

Y aunque sea en menores porcentajes, vivir rodeados de naturaleza también ayuda disminuir las afecciones reumáticas, las enfermedades cardiovasculares, la depresión y el cáncer de mama.

Muchos más evidente es la reducción de la depresión. Todxs pudimos darnos cuenta de lo importante que es el mundo exterior durante la pandemia, cuando nos vimos obligados a permanecer encerrados en 4 paredes más de 40 días.

Se diagnosticaron más personas con depresión, ansiedad y otros síntomas relacionados a la salud mental, y que poco a poco se vieron también reflejados en nuestra salud física, esto es porque la naturaleza es esencial para nuestra salud y felicidad.

Pero ¿qué pasa con los que no tienen acceso a la naturaleza o con quienes no pueden permitirse un coche, billetes de tren o vacaciones?

Ya en repetidas ocasiones te he hablado del Grounding y sus beneficios. Integrando esta técnica de manera consciente en nuestras vidas podemos beneficiarnos de todas las cualidades curativas de la naturaleza, aunque vivamos en la ciudad.

Paseos en el parque

Realizando pequeños cambios en tu vida cotidiana, por ejemplo, dar un paseo por un entorno natural, caminar descalzx sobre la hierba, tomar baños de sol; todo esto contribuye a conectar con la naturaleza y reducir nuestros niveles de estrés.

Sonidos naturales

Otra gran técnica para conectar con la naturaleza es reproducir sonidos de ambientes agradables como aves en el bosque, gotas de lluvia o las olas del mar. Puedes hacerlo mientras trabajas, mientras duermes o regalarte pequeñas pausas durante la rutina para sentarte, respirar y escuchar el sonido del viento.

Más plantas y flores

Otra forma de incorporar la naturaleza a tu vida es colocando plantas y flores en tu casa. Esto ayudará a añadir un poco de color, así como elementos naturales en su espacio que ayudará a traer la calma y la paz en el día cuando atraviesas situaciones de estrés en el trabajo, o en otros momentos en que este sentimiento puede ocurrir a lo largo de nuestras vidas.

Luz natural y aire limpio

No olvides permitir la entrada de luz natural para que la vitamina D recorra tu cuerpo y, si es posible, adquiere un purificador de aire para que puedas airear con frecuencia tu casa sin que la contaminación se quede instalada en la estancia.

Evidentemente, si puedes realizar una escapada a un lugar alejado del ruido, rodeado de árboles y naturaleza, aunque sea un fin de semana cada mes, sería lo ideal para relajarte, recargar y evitar tantas visitas al médico.

¿Lo intentamos?

Nuestro mundo moderno es ruidoso, acelerado y desconectado. Estamos rodeados de contaminación acústica, horarios frenéticos y pantallas brillantes que nos mantienen distraídos y enfermos.

Por eso me he comprometido conmigo misma: Este año voy a pasar más tiempo al aire libre. Y no me refiero sólo a dar paseos, sino a ponerme en el suelo y dejar que la hierba me haga cosquillas en los pies. Una vez que lo hacemos es fácil recordar y disfrutar esos pequeños placeres que nos regala el universo.

¿De qué manera sales tú al exterior? Prueba algo nuevo esta semana.