Tras nuestra reciente colaboración anunciada con Maria Fariña -especialista en limpiezas energéticas y consultora de Fengshui-, nos ha apetecido ahondar un poco en este apasionante tema y compartir con vosotros algunas pinceladas de esta estupenda filosofía que está directamente relacionada con el orden en que disponemos  las cosas en nuestros espacios y también en nuestras mentes. Esperamos que os guste.

¿Sabías que un simple movimiento de muebles, una planta que se coloca donde no debe, o un espejo mal situado pueden entorpecer tu negocio, causarte estrés y hasta causarte problemas de salud o pérdidas económicas?

Pues bien, según los conocedores del Feng Shui la manera en que nos integramos al ambiente es la clave del éxito o la razón de un fracaso.

Una casa con Feng Shui condicionará tu vida, pues nuestro ambiente modela nuestras vidas.

Cuando se conoce la forma en que circula la energía universal podemos utilizarla a nuestro favor, si lo ignoramos nos encontramos constantemente expuestos al desastre. Una ventana frente a la puerta dispersa el Chi… impide que se concentre en un lugar donde hace falta pensar y trabajar muy duro… el Feng Shui nos enseña lo que debemos hacer en estos casos.

SUS ORÍGENES: 

Los orígenes del Feng Shui se pierden en la antigüedad. Se cree que comenzó a desarrollarse hace más de 6000 años basándose en una creencia muy arraigada en China.

Con el transcurso de los años el Feng Shui se fue enriqueciendo con la literatura y la Poesía y se fue transformando en una especie de misticismo combinado con ciencia, en sentido Común con lógica y principios físicos, en intuición con estética…

¿El resultado? Una ciencia-arte que nos enseña, entre otras cosas, cómo redistribuir el mobiliario en una habitación o lugar determinado para crear corrientes positivas de energía y armonizar el ambiente, o coordinar las luces, plantas y objetos de arte para lograr un balance ideal y hasta elegir el mejor lugar para construir un edificio… ya que según la filosofía china ¡en un ambiente armonizado hay salud física, mental y espiritual!

Y no vayamos a pensar que el Feng Shui es una especie de superstición o creencia que cultivan las personas menos instruidas… ¡al contrario!

En el Lejano Oriente, donde se toma este arte-ciencia muy en serio ningún empresario construye nada ni arregla sus oficinas y residencias sin consultar previamente algún experto en Feng Shui.

EL LIBRE FLUJO DE LA ENERGIA CHI 

Flujo Energia Chi

Básicamente el Feng Shui se ocupa de aprovechar al máximo el flujo de la energía universal o corriente Chi -también llamada Ki, Prana, o fuerza cósmica, entre otros nombres. Para un conocedor del Feng Shui es imprescindible crear la armonización en todos los espacios donde vivimos, trabajamos o jugamos.

La palabra Feng Shui significa en chino viento y agua ya que para aplicar este arte los expertos utilizan siempre símbolos naturales.

Por ejemplo, diría uno de ellos: cuando el agua de un río fluye libremente a una temperatura adecuada, sin obstáculos ni suciedades, podemos meter nuestras manos en el río y usarla para beberla y calmar la sed; pero si la temperatura desciende mucho se congela y forma bloques de hielo; y cuando se calienta demasiado se vuelve vapor y desaparece… Entonces no nos sirve para nada, y si se estanca ya no se puede beber.

Lo mismo ocurre con la energía universal Chi: cuando fluye nutre, pero si se desequilibra nos perjudica ampliamente. Si se queda estancada o se mueve demasiado lentamente nos roba vitalidad y podemos enfermarnos… si por el contrario avanza muy rápido nos desconcentra, crea nerviosismos y preocupaciones e impide la concentración y pensamientos correctos!

Si un experto en Feng Shui entra en nuestra casa lo más probable es que lo remodele y reorganice todo: en tu habitación moverá la cama de tal modo que puedas ver la puerta y todo el que entra en tu cuarto, lo cual ayuda a proporcionar un sueño tranquilo ya que sabes que no serás sorprendido por detrás.

Colocará alguna planta o biombo para crear un flujo de energía dirigido cuando el espacio sea muy amplio.

Redistribuirá los butacones y muebles de una sala para lograr un ambiente que invite a la conversación y cree un clima agradable a las visitas. Algo que parece solamente de sentido común, pero que va mucho más allá…

Cuando una persona que viene a tratar un asunto de negocios entra en una oficina y lo primero que ve es la ventana, los árboles y el exterior, su energía se disipa. Con Feng Shui se puede lograr que se concentre dentro de la habitación para que esta energía no escape y con ella la oportunidad.

El Feng shui es similar a la acupuntura en muchos aspectos. El acupunturista trata de descubrir cuáles son los lugares del cuerpo en los que la energía se encuentra estancada o interrumpida y después trata de corregir el problema aplicando agujas para aumentar o disminuir la energía en esas zonas.

¿Cómo es una casa con Feng Shui?

El experto en Feng Shui hace algo parecido en una casa o edificio detectando los lugares en que existen problemas energéticos y después trata de corregirlos ya que existen muchas maneras de perturbar la corriente universal Chi y de mejorar su flujo interno.

Por ejemplo, las puertas de una casa, en el Feng Shui, se consideran verdaderas entradas de energía.

Cuando penetramos en una habitación nos sentimos de manera diferente según sea la disposición energética ambiental. Si cada vez que entramos en un cuarto la puerta suena de manera desagradable, ese sonido, repetido una y otra vez termina por exasperar los nervios de todos los que conviven en la casa y crear un estado de estrés generalizado.

Parece muy simple, pero las grandes mejorías que se obtienen con unos simples cambios son extraordinarias. Según el Feng Shui al entrar en una habitación debemos fijarnos cuál es el punto que atrae nuestra atención… ¿un escritorio desordenado? ¿algún proyecto a medio terminar? La entrada debe ser una experiencia agradable. 

Muchas veces unas plantas, la iluminación adecuada y un simple movimiento de muebles logran el efecto adecuado. Por ejemplo, el tamaño de los muebles debe ser proporcional al tamaño del lugar donde se encuentran.

Así un sofá enorme en una habitación pequeña le roba energía, mientras que dos sillas pequeñas solitarias en un local grande nos hacen sentir fríos… desprotegidos.

En general, se recomienda la sencillez: Cuantos menos muebles y objetos haya en un lugar más armonioso será, ya que un sitio muy “cargado” absorbe demasiado la atención de los visitantes y su energía. 

Mantén la entrada a tu casa tan abierta y limpia como sea posible. Coloca tus muebles de modo tal que al entrar en un lugar se establezca contacto visual con los allí presentes.

Si pones algunas sillas apoyadas en la pared aumenta la sensación de confianza, estabilidad y soporte. Al entrar en una pieza observa hacia donde se dirigen tus ojos y si estos se posan en algo poco armonioso como un escritorio lleno de papeles, un proyecto sin terminar o algo desordenado, elimínalo… tu entrada debe ser siempre una experiencia agradable.

El Feng Shui y los colores

Utiliza los colores para equilibrar el Chi. En tu habitación, por ejemplo, necesitas tranquilidad y calma para lograr un sueño reparador.

Algunos colores como el rojo imparten energía, mientras el azul tiene un efecto relajante. Los colores telúricos- o sea, color tierra- proporcionan sensaciones de seguridad.

Se pueden alterar los colores de una pieza no solamente en las paredes sino en los elementos que se colocan en la misma, los muebles, plantas, cuadros, objetos de arte…

Además el Feng Shui recomienda siempre sembrar flores rojas a la entrada de la casa para atraer el dinero así como colocar colgantes musicales suaves para “atrapar” la energía Chi.

No coloques tu cama en el centro de una habitación espaciosa porque el sentido de Inseguridad será muy intenso.

Se recomienda ver la puerta de entrada desde la cama, una costumbre antigua que se estableció cuando las casas eran menos seguras. Según el Feng Shui, al no ver la puerta creamos un estado de ansiedad inconsciente que entorpece el sueño reparador.

Según esta filosofía china el dormitorio es de energía “yin” o femenina por lo que se recomienda tener algunos muebles “yang” -masculinos, rectangulares- que compensen la energía Chi.

Para tener una idea de lo que esto significa imagínate por un momento que estás durmiendo en una cama redonda en el medio de una habitación también redonda en que hubiera espejos redondos en las paredes… ¿podrías descansar? ¡pensarías que estas dando vueltas todo el tiempo!

Coloca el escritorio de tu oficina para que te ayude a pensar… ¡creativamente!

Escritorio

Muchas personas pasan largas horas en una oficina, detrás de un escritorio. Según El Feng Shui la ubicación del buró de trabajo es vital para ayudarnos a pensar creativamente.

Si se coloca la espalda contra la pared, algún gabinete o librero sentimos que tenemos una verdadera “montaña” detrás de nosotros que nos ayuda a sentirnos más fuertes.

Si estamos trabajando en un local donde hay varias personas y le estamos dando la espalda nos sentimos inseguros… nunca sabemos cuando nos están mirando o sometiendo a escrutinio si acaso nos rascamos o metemos el dedo en la nariz…

Unos espejitos con plantas encima del escritorio, cuando éste no se pueda cambiar de sitio, ayudan a resolver este problema!

Otra recomendación: no coloques tu escritorio directamente frente a una ventana porque cada vez que levantes la cabeza estarás viendo el paisaje y disipando tu concentración. Procura colocarte en un ángulo tal que cuando levantes los ojos veas tu trabajo, pero al mover ligeramente la cabeza puedas expandir la vista en un paisaje agradable. Trata de minimizar el tráfico alrededor de tu escritorio.

Durante un estudio efectuados en San Francisco, donde existe una gran comunidad china y se practica mucho el Feng Shui, se le recomendó a una oficinista que moviera su escritorio del lugar donde estaba, delante de la fotocopiadora.

Después de hacerlo no solamente aumentó su rendimiento sino que se sintió más relajada, desaparecieron sus tensiones y dolores de cabeza y mejoró mucho en su trabajo.

¿La razón? El constante trasiego de personas alrededor del escritorio, con sus energías y su movimiento no solamente distrae sino crea inquietud y desarmonías.

Finalmente, si puedes evitarlo no coloques tu escritorio debajo de un techo angular o muy pegado a tu cabeza. Según el Feng Shui es bueno tener “espacio encima de nosotros para poder pensar mejor”.

La energía de las plantas verdes

Oficina libre

Las plantas son verdaderas reservas de energía. Mediante la función clorofiliana atrapan los rayos del sol y los convierten en alimentos para ellas mismas, y almacenan grandes reservas energéticas.

Las plantas en cualquier recinto cerrado no solamente embellecen y refrescan el lugar sino que contribuyen poderosamente a lograr un flujo adecuado de la energía Chi. Además, las plantas pueden ofrecer soluciones prácticas para dividir espacios y crear rincones agradables.

Un señor de Los Ángeles que se quejaba constantemente de que sus hijos pequeños no le dejaban trabajar tranquilo en su ordenador, resolvió el problema con unas hermosas plantas que aislaron su escritorio, pero al mismo tiempo le conferían la visibilidad necesaria para poder observar a sus pequeños.

Un aviso muy importante: ¡nunca tengas plantas que estén enfermas o muriendo dentro de tu hogar! No solamente son estéticamente inaceptables sino que roban la energía Chi y crean desequilibrios.

Es preferible no tener plantas que tenerlas enfermas, y si no puedes tener plantas naturales sustitúyelas por plantas de seda como ornamento. El color y su imitación ayudará mucho a crear un paisaje armónico interior, aunque por supuesto, nunca será como el que ofrecen las plantas naturales, ya que se ha comprobado que a medida que estas prosperan también prosperan quienes las tienen.

Los espejos, luces y obras de arte, magníficos recursos del feng shui.

Espejo

Los espejos, dentro del Feng Shui, se consideran como verdaderas “aspirinas” ya que calman muchos problemas espaciales. Por ejemplo, colocados estratégicamente añaden luz natural a un espacio oscuro, descubren entradas y crean la sensación de más amplitud.

Los espejos pueden reflejar la luz y el paisaje exterior dentro de un local que de otra manera estaría mustio. Asimismo, el nivel de iluminación es indispensable para poder armonizar el ambiente: luces claras y brillantes, similares a la luz solar en los sitios como la cocina o donde quiera que trabajamos y leemos.

Luces más suaves y discretas en las salas y locales donde socializamos, más intimas en el dormitorio. Muchas veces los espejos y las luces cambian totalmente el propósito de un espacio. Un vestidor grande si se ilumina adecuadamente, con algún espejo estratégicamente situado y unas plantas se puede convertir en un fantástico estudio.

Analiza la forma en que la iluminación afecta tu estado de ánimo y según te sientas cambia, la intensidad luminosa y hasta el color de los focos. No olvides que el Feng Shui procede de la naturaleza, y cuando nos armonizamos con el ambiente escuchando nuestra intuición casi siempre obtenemos los mejores resultados.

De la misma manera, colocar obras de arte en lugares claves ayuda a establecer el flujo de energía Chi necesario para que haya armonía.

Un paisaje natural, una obra de arte, ya bien sea una pintura o escultura puede actuar como una invitación a “entrar” en algún lugar determinado.

Incluso, los conocedores del Feng Shui indican como se debe ir condicionando los cuadros, esculturas, plantas, espejos y luces para lograr que al penetrar a un edificio sigamos las tendencias naturales que nos estimulen a fortalecer el propósito de la visita.

Aprovecha estas ideas y trata de aplicarlas en la medida de lo posible. Quizás muchos de los problemas que puedes estar afrontando se resuelvan simplemente moviendo un mueble, colocando una planta en un lugar clave o pintando la sala de un color diferente.