¿Os suena de algo la crisis de la mediana edad o crisis de los 40? La crisis de la mediana edad es aquella que aparece en cierto momento cuando, al bordear la cuarta década, hacemos un balance de nuestro transcurso vital.

  • Muy centrada en el tener (casa, marido e hijos, coche…) y poco en el ser o sabes quién quiero ser.
  • Bien gestionada da lugar a crecimiento personal, pero, mal gestionada da lugar a una (depresión, ansiedad, etc.).

Tipos de crisis de los 40

  • Circunstancial: ocurre ante un cambio importante que hace que se desestructure nuestra estabilidad (una muerte cercana, un despido laboral, una separación, etc.)
  • Evolutiva: periodos de malestar psicológico debido a los cambios propios de cada etapa de la vida como un cambio de roles o transiciones biológicas

No existe una vida sin crisis, aunque no te toque la crisis de los 40. Lo importante para que no sientas los efectos negativos es desarrollar la importancia del orden de las prioridades entre el SER, TENER Y HACER.

Los 3 elementos de la vasija podrían ser: el orden físico, mental, emocional o bien, el Ser, Hacer, Tener. Aspectos fundamentales en los que apoyarte para construir quién quieres ser. 

Encontrando el equilibrio para sortear la crisis

Os preguntaba al principio de la charla, ¿qué es lo más valioso o importante de vuestras vidas, ¿verdad?

Lo que nos hace felices son las experiencias y para tenerlas hay que crear espacio y tiempo para vivirlas: el tiempo que pasas con tus hijos, ver una peli en pareja, ir a

un pícnic en el parque… Nada de esto son cosas, entonces… ¿Para qué quieres tantas?

Desde mi propia experiencia puedo compartirte que la mayor equivocación que observo como patrón común en el 100% de mis clientes, es que han centrado sus vidas en el hacer o tener, ignorando por completo, el inicio de lo que debe ser este maravilloso viaje que es la VIDA: “SER”

Así, el primer paso para lograr una vida organizada y ordenada está en realizar

una reflexión sobre todo lo que tienes, lo que quieres y lo que realmente

necesitas.

«Compramos cosas para ser felices, pero las cosas nuevas nos resultan emocionantes solo al principio, luego nos acostumbramos a ellas sin más»