Tal vez eres una de esas personas que, tras los hechos recientes, decidió hacer uno o varios cambios en su vida: pequeños, grandes, intangibles… Puede ser que solo hayas cambiado un sofá de lugar, pero eso te impulsó a empezar con más cambios, sin embargo, temes que ahora que todo empiece a volver a la normalidad, esa decisión de cambio se apague y te deje con todos tus planes a medias. 

Cualquier decisión de cambio en alguna parte de nuestras vidas viene por lo general por una toma de consciencia de que algo de lo que está pasando no es del todo satisfactorio o no nos estamos sintiendo del todo a gusto con algo. El reto, por supuesto, es ir del propósito de hacer el cambio a finalmente que el cambio se produzca.  

Cuántas veces nos decimos, “¡Ya está bien! ¡Ya he tenido suficiente!”, hacemos unos cuantos cambios y, sin embargo, en un corto periodo de tiempo ya estamos de nuevo en nuestros antiguos hábitos. 

De manera que, ¿cómo mantienes la decisión del cambio y su inercia una vez que el entusiasmo inicial y la energía del comienzo desaparecen?  

Del dicho al hecho 

Aquí tienes cinco consejos para ayudarte a seguir hacia delante con tus objetivos de organización ahora que retomarás poco a poco la rutina o para cuando la motivación se vea disminuida. 

  1. Divide el proyecto en tareas pequeñas. Si te sientes realmente sobrepasad@ por el proyecto que te has propuesto de deshacerte del caos, significa que el reto es más grande de lo que te imaginabas. De manera que tienes que dividir el proyecto en tareas más pequeñas. Por ejemplo, si tu proyecto inicial se trataba de eliminar el desorden de tu dormitorio, entonces necesitas dividirlo en tareas más pequeñas y fáciles de digerir. Tus objetivos se convierten ahora en ordenar tus cajones, el armario, las mesitas de noche, el espacio bajo la cama. Así, tu objetivo inicial está ahora dividido en cuatro tareas más pequeñas y tu objetivo es ordenar tus espacios de almacenamiento en tu habitación. ¡Eso ya parece mucho más manejable y realizable! 
  1. Integra el proyecto a tu rutina. Ahora que volverás poco a poco a tu vida normal y estarás menos tiempo en casa podrías asignar unas horas al día o a la semana, lo que mejor te parezca, para continuar con tu proyecto de organización. Haz que se convierta en un hábito regular en tu vida. 
  1. Contrata un Organizador Profesional. No sólo el trabajo se realizará seguro, sino que descubrirás nuevas maneras de organizar las cosas y optimizar tus espacios. Y como valor añadido, vendiendo las cosas que ya no necesitas puedes dedicar ese dinero a sufragar tu inversión en tu Organizador Profesional. 
  1. Pregúntate qué deseas obtener con la eliminación del desorden. Haz el estado final tan potente y real en tu mente, que sea imposible ni siquiera plantear quedarse por el camino. 
  1. Mira tu entorno y fíjate dónde eres organizado. ¿Qué tipo de cosas haces para mantenerte en orden? ¿Puedes usar alguna de ellas para continuar con la eliminación del desorden? 
  1. ¡Inspírate! Mira algún programa de organización en TV o YouTube e inspírate en lo que ellos hacen. Consulta en alguna revista algún artículo sobre la eliminación del desorden y encuentra al menos una cosa que puedas hacer. Busca en internet ideas y vídeos (date 30 minutos de límite, de manera que no pospongas cosas por dedicarle todo el día a esto) y utiliza esa idea de inmediato. 

Permanecer motivad@ puede ser un reto cuando estás eliminando el desorden o poniendo cosas al día. Para mantenerte con la visión hacia delante y evitar el sentirte sobrepasad@ e incluso abandonar, intenta algunos de estos trucos que te comento. 

¡¡¡Buena suerte en tus proyectos!!!